Un Proyecto Pedagógico en Acción: Instituto de los Jóvenes. Un Ejercicio Epistemológico a partir del «Modelo Pedagógico».

Publicado: 21 julio 2020 a las 8:00 pm

Categorías: Artículos

Por Oscar Buschiazzo

«Uno de los grandes desafíos es para qué educamos, qué queremos lograr con la educación. No basta impartir el conocimiento y ni siquiera debería ser el objetivo primordial. Yo creo que el objetivo primordial de la educación es generar conciencia de hombres y mujeres para la libertad.» Adolfo Pérez Esquivel – Premio Nobel de la Paz

INTRODUCCIÓN

La elección de este tema para la materia Epistemología de la Educación, está fundamentada en el hecho que el Instituto de los Jóvenes -Idejo- es en primer término, un proyecto educativo en funcionamiento y además, es un proyecto surgido de miembros de la «sociedad civil», de ciudadanos en su más amplia acepción del término, cuya presencia en dicho proyecto está dada directamente por su participación como personas interesadas en los temas de la educación, y no representan a instituciones de ningún tipo.

La «Educación» fue la convocante, fue quien «llamó» a cada persona para conformar un grupo con la finalidad de crear una comunidad educativa distinta a las que existían en ese momento; comunidad que no tenía ni tiene, y esta es una de sus cualidades esenciales, no aspira tener un camino o dirección, predeterminado.

La propuesta educativa Idejo tiene un cuerpo de ideas central y él, más allá de la persona que lo expresó, surge:

1.- de la participación en experiencias educativas formales y no formales de dicha persona y de muchas otras que contribuyeron de diversas maneras a su estructuración;

2.- de la consiguiente elaboración teórico-pedagógica sobre dichas experiencias y

3.- de la mirada reflexiva continua sobre esta elaboración teórica-pedagógica por parte de la comunidad educativa involucrada en el Idejo.

La propuesta de este trabajo es presentar al Idejo, no como un hecho acabado, conformado, sino como un proceso en acción, proceso que se realiza con «aciertos y errores»; que la propia comunidad, a través de la reflexión sobre la acción educativa, elabora teóricamente «respuestas pedagógicas», y que a su vez éstas son punto de partida para otro tipo de reflexión, y es aquélla que se realiza sobre la propia teoría pedagógica.

Dejo constancia que soy una de las personas involucradas desde siempre, al Idejo; soy socio fundador, integré e integro la Comisión Directiva, comisión que durante el ejercicio anterior y el actual, presido. No desempeño actividad docente ni ninguna otra actividad rentada en el Instituto. Participo en las instancias grupales de reflexión y en otras de tipo cultural-social que forman parte de la propuesta educativa del Idejo.

2.- SURGIMIENTO DEL IDEJO

Entiendo que el Idejo como proyecto tiene muchas vertientes que confluyeron a darle vida, a hacerlo un hecho-proceso, donde la historia de cada persona se concretó en la historia de muchos, puesto que:

«El Idejo es algo vital y no surge como consecuencia lógica de un planteo teórico, sino que se da en la historia; en la historia personal de ciertas personas. Y cada uno de los que aportamos nuestras energías para verlo surgir podríamos narrar una parte». ( 1- pág. 13)

a.- Mi relación con el Idejo comienza cuando en el año 1980 me integro a trabajar con Fernando Mirza, profesor de Filosofía y Matemática, en cursos de «Técnicas de Estudio»; estos cursos estaban orientados principalmente para estudiantes de los primeros años de la enseñanza media, aunque a solicitud de las autoridades de algunos colegios, también se realizaron para el último grado de primaria. Ambos teníamos prohibido por las autoridades dictatoriales de la época, el ejercicio de la docencia en el sistema educativo tanto en los liceos estatales como privados, por lo que nuestra actividad en los institutos de enseñanza privados habilitados, se realizaba fuera del horario curricular.

Un tema recurrente en las reuniones con los directores, coordinadores y docentes en general, de los colegios y liceos privados así también en reuniones informales con otros colegas, o con estudiantes de los cursos superiores de la educación media y universitaria, … era el referido al «método» y al «contenido» en la educación, la relación entre ambos, el privilegiar uno u otro, así como las consecuencias sobre la enseñanza-aprendizaje, la condición del docente y del alumno, etc., en tanto se adoptara una u otra posición.

b.- Fernando Mirza menciona, entre otros hechos que contribuyeron al nacimiento del Idejo, una serie de artículos suyos sobre educación en un periódico montevideano, y los comentarios que le hicieron llegar al respecto; la publicación del libro de su autoría, «El liceo de los jóvenes» el cual: «Al verlo publicado, sentí que mi tarea no era escribir un libro sobre un liceo posible, sino realizarlo».

«Pero fue en especial y por encima de cualquier otra circunstancia, EL DESEO DE COMPARTIR MI EXPERIENCIA DE MEDITACIÓN CON LOS NIÑOS Y JÓVENES, lo que me impulsó a la tarea de crear el Idejo. (1 – pág.13; mayúsculas en el original) El contexto socio-histórico se hace presente como condicionante necesaria, puesto que también colaboró como convocante, si bien con signo distinto pero convocante al fin, para crear el Idejo:

«Hubo otra circunstancia más, que como anécdota vale la pena contar. Antes de decidirme a crear un nuevo Instituto intenté ofrecer mis servicios para incorporar la meditación a otros que ya funcionaban, tanto en el ambiente privado como en el público. La respuesta fue muy clara: si yo quería introducir innovaciones de este tipo, debía formar mi propio Instituto». (1 – pág. 14)

c.- En el año 1986, un grupo de personas interesadas en la propuesta lanzada por Fernando Mirza en el libro antes mencionado, comienza a reunirse con la intención de hacer realidad la misma. En 1987 ese grupo gestiona y obtiene la Personería Jurídica reconocida por el Ministerio de Educación y Cultura, bajo la forma de Asociación Civil sin fines de lucro. Las inscripciones para recibir alumnos comienzan a realizarse a fines de 1988, y en marzo del año siguiente comienza a funcionar el Idejo como institución educativa.

Esos dos largos años son un tiempo de maduración y de incubación de nuevas ideas que van convirtiéndose en decisiones por parte del grupo; surgen elementos nuevos que no estaban previstos en el libro El liceo de los jóvenes. «Estos elementos fueron claves, imprescindibles algunos de ellos para el éxito de la empresa. La más importante fue decidir hacer también una escuela. …» (1 – pág. 15), luego la decisión de incorporar también educación preescolar y clases de yoga en el curriculum, así como una propuesta de alimentación natural.

Una constante del proyecto Idejo desde sus primeros momentos hasta hoy, es que: «En cada caso las decisiones se iban dando por el aporte de personas que «casualmente» se acercaban a colaborar y a dar lo mejor de sí. Esto no respondió a un plan lógico sino a un entretejido de acontecimientos enriquecedores. … Una inteligencia infinita tomaba a su cargo el proyecto y no importaba que nosotros no contáramos con todas las ideas o con los recursos indispensables. Lo que importaba, que ella sí contaba con nosotros». (1 – pág. 16).

El nacimiento del Instituto de los Jóvenes fue un «laberinto de interacciones» propio de un contexto complejo, laberinto pasible de tener múltiples lecturas pero en ese «grupo de personas interesadas en la propuesta» tuvo la lectura correspondiente al objetivo que lo convocaba como tal.

3.- REPENSANDO LA EDUCACIÓN DESDE EL IDEJO

El Idejo es un centro educativo atípico en nuestro medio; desde el comienzo buscamos experiencias que nos pudieran servir o personas con sugerencias valiosas en que apoyarnos para lo que queríamos realizar. No aparecieron modelos educativos que pudiéramos tomar como referencia, y durante todo el camino tuvimos que guiarnos por la intuición «Una búsqueda sincera y una atención permanente nos impidió cometer errores irreparables». (5)

En la «fase presencial» de la materia Epistemología de la Educación, se analizó el «Modelo Pedagógico» (4º Modelo), todavía en etapa de reflexión-construcción pero sobre el cual ya se explicitan algunas de sus características esenciales (6); entiendo que algunas de éstas se encuentran en el cuerpo de ideas central, fruto de la reflexión individual y colectiva, que orienta el accionar educativo del Idejo.

Partimos del concepto que Educación «es el proceso activo de ejecución o realización de educar», y admitimos que este proceso es «actuación ideológica de finalidad declarada» (6), por tanto el Idejo comienza este proceso afirmando que:

En el Centro, el Ser

El concepto de educación prioriza el «aprender a ser» por sobre el «aprender a hacer». La educación apunta «…al ser de cada uno, y especialmente al propio» en la medida que en la acción educativa el «yo» de cada alumno en particular y el «yo» del educador, se interrelacionan en forma activa, creativa y armónica.

La educación no puede renunciar a este objetivo pues si lo hace, renuncia a su esencia; si su principal objetivo es capacitar para las demandas o exigencias del mercado laboral, desvirtúa su razón de ser.

La educación se sirve de todo lo que posee la interioridad humana: afirmar la dimensión personal es promover la dimensión humana; existen: «… múltiples caminos para atender este crecimiento personal, y el educador debe empezar por sí mismo…. Este proceso se ve facilitado por la meditación, en cualquiera de sus formas». (1 – pág. 101)

De ahí que todo educador es

Educador de sí mismo

«… de alguna manera todo educador está invitado a colaborar en la aparición de un hombre, de una mujer nuevos. Y la forma de hacerlo es empezando por sí mismo. Debemos vivir nosotros las cualidades que queremos ver aparecer en las nuevas generaciones». (1 – pág. 103)

El desarrollo de la «dimensión humana» del docente es fundamental, pues su labor tiene «sentido social» tanto como él sea cada vez más persona, más humano.

Todo es sagrado

«El sentimiento de que la propia vida es algo sagrado es un motor imprescindible para comprometerse en la propia formación. … Toda colaboración en el crecimiento de otros se ve … potenciado si hay una base sólida de autoaprecio».

«Este sentimiento también debe apuntar a las otras personas con las cuales convivimos». (1 – pág. 103).

Cambiar de perspectiva

Entender que «… los aprendizajes más significativos se logran cuando reordenamos los conocimientos que teníamos, elaborando una perspectiva diferente, más satisfactoria que la anterior».

Proponer y promover una perspectiva diferente no significa que la nueva es la verdadera ni que la anterior era falsa. La dualidad verdadero-falso constriñe demasiado las cosas.

«Proponer una nueva perspectiva significa simplemente que ésta es más útil, más fecunda, más adecuada para alentar y orientar los pasos que podemos dar para lograr una mayor felicidad colectiva».

«… De la misma manera, muchos problemas que la humanidad tiene por delante parecen irresolubles, a no ser que se cambien las perspectivas». (1 – pág. 106)

Me amo y me acepto como soy

Sin el amor a uno mismo como punto de partida, es imposible encontrar un terreno firme para cualquier crecimiento.

El aceptarse tal como se es, es el punto de partida que más facilita el cambio.

Lo que siembras cosecharás

«La humanidad todavía no ha aprendido a ser realmente responsable. ….» (1 – pág. 106)

Tomar conciencia de que cada día estamos preparando nuestro futuro, nos llevará «… a vivir cada momento con mayor conciencia, sabiendo que todo forma parte de un ritual sagrado, y que nuestra propia vida es la obra de arte que el Universo espera de nosotros». (1 – pág. 107)

Como piensas, así eres

«Es importante que mantengamos una imagen positiva de los demás, y especialmente de nosotros mismos…»

Si pensamos en forma positiva, «… nos será muy fácil ir poco a poco plasmando en nosotros lo que ya existe como arquetipo en nuestra mente». (1 – pág. 107)

Plasmar un Planeta

«… nuestra vida está conectada a la de los demás, y nuestra mente puede ir asumiendo su responsabilidad en la tarea de plasmar un planeta.» (1 – pág. 107)

«Es importante que enfoquemos nuestra mente en todo lo que hay de hermoso, de luminoso a nuestro alrededor. Enfocar la mente significa aportar energía,. Y si destacamos lo que hay de positivo, de alguna forma lo alentamos». (1 – pág. 108)

Todo es uno

«Educarse a sí mismo y plasmar un planeta fraterno, incluyendo en esa relación amorosa a todos los seres que nos rodean, … es la misma tarea». Siendo conscientes que:

«La historia de mi Tierra es mi propia historia personal. La evolución del planeta me involucra personalmente. » (1 – pág. 108-109)

4.- TEMAS INELUDIBLES DE TODA PROPUESTA EDUCATIVA

ESPIRITUALIDAD LAICA

Partiendo de que la realidad es múltiple y compleja, las respuestas a ella se van elaborando en la marcha y las ideas se van aclarando y surgen «…algunas expresiones como síntesis y resultado de nuestra práctica educativa». Una de dichas expresiones utilizadas en la cotidianeidad del Idejo es «espiritualidad laica», y con ella sintetizamos muchas cosas que refieren a un contexto general y también otro más propio de la sociedad uruguaya.

En el mundo de hoy, donde el rápido progreso tecnológico parece abarcarlo todo, un aspecto fundamental del ser humano no está suficientemente contemplado: su dimensión espiritual.

En nuestra sociedad uruguaya la palabra «espiritual» tiene una connotación asociada con lo religioso. Si a las instituciones de enseñanza de origen religioso les preguntamos cómo atienden lo espiritual, la respuesta es sencilla: «a través de la religión». Si realizamos la misma pregunta a una escuela laica, estatal o privada, la pregunta sorprende y se puede considerar hasta «fuera de lugar», ya que es una «escuela laica».

Se asocia la educación espiritual al hemisferio cerebral izquierdo, verbal, racional; se entiende lo espiritual al nivel de las creencias, de las ideologías y del pensar.

«En el Idejo vinculamos lo espiritual al hemisferio cerebral derecho, el que se alimenta en el nivel del silencio de la mente, lo que facilita un alerta de la conciencia, un estar realmente despierto, consciente de sí mismo y de la situación, al nivel de las sensaciones, de la intuición directa, y no a través de las «imágenes» que nuestra mente maneja acerca de la realidad».

….»Para lograr una persona equilibrada, … hay que multiplicar espacios en los que las palabras no ocupen el primer plano. En que la mente no acumule para su actividad la energía disponible, atrofiando el sentir y el movimiento, desplazando la intuición directa de las vivencias con el «verbalizar» todas las situaciones, terminando por creer que es la única forma posible de ser consciente de ellas…». (1 – pág. 30-31)

Hablar de espiritualidad laica, no es involucrarse en el nivel de las creencias, pero «Esto no interfiere con las opciones religiosas que las personas puedan tener. En el nivel del silencio ni sostenemos ni nos oponemos a las diversas creencias que necesitan del lenguaje para establecer sus deferencias».

Espiritualidad laica es espiritualidad libre, y «… cómo la estamos alimentando, o al menos hacia dónde queremos encaminar nuestros pasos…», pues a través de:

«La TERNURA, el cariño, el afecto manifestado en el tono de voz, en la mirada, en la caricia… son el caldo de cultivo imprescindible para que se abran los corazones a la fiesta de la vida. Queremos que nuestro Idejo sea un lugar donde circule libremente el afecto.»

«… muchas veces nos han enseñado a reprimir las emociones y los sentimientos verdaderos, y hay que desprender, liberar el movimiento y el corazón, recuperar la sencillez y su frescura para disfrutar un buen abrazo, y permitirse una caricia.»

«En general, con los niños es más fácil que con los adultos. Y no debemos forzar demasiado para no turbar a nadie, porque cada uno necesita un tiempo para vencer sus resistencias y superar su costumbre de complicarse o confundirse». (1 – pág. 31)

También la ALEGRÍA es otra constante que se alienta en la comunidad educativa.

«En este ambiente cada niño se siente querido y aceptado. Pero no basta que se lo quiera y acepte. El debe tomar conciencia, debe experimentar que es así. Y no sólo los niños. Todos los adultos intercambiamos generosamente entre nosotros muestras claras en este sentido. También para nosotros ir a trabajar puede ser una fiesta». (1 – pág. 32)

Nos proponemos que, la INTUICIÓN ocupe «… un lugar cada vez mayor en nuestra educación. Ésta es todavía excesivamente racional. … la atención a la capacidad intuitiva de los más pequeños va desapareciendo poco a poco en la medida en que crecen los alumnos, hasta desaparecer casi totalmente en el liceo o en la universidad».

«En este campo cada educador debe multiplicar su atención para estimular sistemáticamente el uso de la intuición en las actividades cotidianas».

«El CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO. Lograr el verdadero conocimiento de sí mismo, esto es realmente ser espiritual … Conocerse y quererse deben darse juntos para permitir un crecimiento en libertad. Hay muchas actividades en el Idejo que ofrecen múltiples espejos para que los chicos se vean reflejados tal cual son.»

Para ello durante «… la MEDITACIÓN que hacen todos los chicos al empezar y al terminar la jornada, permanentemente se los invita a estar alerta, estar conscientes en el ahora, observando por ejemplo la propia respiración. Este último ejemplo muestra cómo al hablar de autoconocimiento, no ponemos el acento en intelectualizar este conocimiento de sí mismo sino en estar despiertos, alerta a las propias vivencias y sensaciones.» (1 – pág. 33- 34)

DIOS EN EL IDEJO

Teniendo presente las consideraciones hechas para el tema «espiritualidad», otro tema presente en el Idejo es «Dios»; a pesar de que este es un tema clave nunca se planteó la necesidad de formalizar su tratamiento entre los docentes ni entre los padres

Luego de transcurridos algunos años en los cuales hubo tiempo para reflexionar, madurar, este aspecto de nuestra experiencia educativa, entendemos que la práctica fue correcta. Intentaremos «explicarla en forma racional»:

«Plantear el tema de Dios como un pilar de una propuesta educativa, o descartarlo iría en contra de la laicidad de la educación. Y este dilema parece irresoluble. Así sucede con muchas cuestiones cuando las consideramos de una manera exclusivamente racional. Nosotros no resolvemos este dilema, lo superamos considerándolo desde otro aspecto». (1 – pág. 37)

La cuestión no es si hablar o no acerca de Dios. Este aspecto tan vital de nuestra vida no se resuelve en este nivel. … Lo que sí hacemos es invitar a los niños … a sentir su cuerpo, a escuchar las voces que desde el silencio surgen desde lo más hondo de sus raíces y de sus corazones. En ese lugar reside el maestro interior cuyo lenguaje escapa a los límites rígidos de nuestros idiomas y de nuestras lógicas».

«Cuando ayudamos a los niños a reconstruir su propio equilibrio, a buscar su propio centro e instalarse en él, estamos dando una respuesta clara y concreta al problema que otros se plantean teóricamente. Pero la hacemos sin programar respuestas rígidas, sin dar la ilusión de saberes superficiales, sin transmitir nuestras propias limitaciones. De algún modo, tratando… de que puedan surgir visiones incontaminadas, intuiciones nuevas, palabras nunca pronunciadas ni utilizadas en guerras de religiones o en campañas proselitistas».

«Esto es lo que planteamos en el plano de los conceptos y de las creencias. Preferimos dirigir nuestra atención a la sensibilidad y a la intuición y alimentar una actitud de reverencia frente a todo lo que nos rodea, ya que la tierra misma que pisamos es sagrada. … Pues el que mira con respeto el mundo de la naturaleza que lo rodea, la sabrá descubrir también en su interior y sabrá encontrar la actitud adecuada frente a los hombres y mujeres que conviven en este pequeño planeta. El camino inverso también es válido».

«Alimentar la actitud adecuada es mucho más vital para nosotros que intentar transmitir creencias por más útiles que pudieran haber sido en otros contextos…» (1 – pág. 38- 39)

5.- ASPECTOS METODOLÓGICOS EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE

Contexto: El Idejo es una institución educativa que cumple las exigencias curriculares oficiales de la educación primaria y secundaria de Uruguay.

En la escuela primaria, las exigencias de las autoridades es bastante flexible; la figura jurídica de «escuela autorizada» por el Estado, hace que el control de éste sea en torno a las condiciones estructurales e higiénico-sanitarias de la planta física, así como a las cuestiones referidas a la «moral y buenas costumbres» de las personas que cumplen tareas en la institución respectiva. Al finalizar el ciclo escolar de seis años, los alumnos deben rendir un examen de suficiencia de los conocimientos adquiridos que los habilita para proseguir estudios secundarios.

En cambio en el liceo la situación es diferente. La figura jurídica es «liceo habilitado»: el Estado a través de su cuerpo de inspectores controla -además de lo arriba indicado-, los aspectos curriculares, la planificación del curso, el desarrollo de él, la labor de enseñanza de los docentes, el libro del profesor, y también aspectos de la administración del liceo. Se impone en todo el país en forma uniforme y rígida un régimen y una estructura de funcionamiento.

Ante la imposibilidad de incidir en el currículum de la educación media, adquiere especial relevancia la metodología de trabajo. El consenso es: más que aprender un contenido específico, los jóvenes necesitan «aprender a aprender». Este planteo escueto, no puede hacernos olvidar que el consenso surgió y surge diariamente como fruto de las instancias de reflexión de la comunidad educativa del Idejo, sobre su propio accionar educativo; cada acción del cuerpo docente es un opción decidida y asumida colectiva, libre y responsablemente por cada miembro.

Es así que, respetando la diversidad de cada docente, así como sus opciones metodológicas, poco a poco el Idejo está concretando un estilo de trabajo coherente con su propuesta.

«Lo que sigue a continuación no es una descripción de la realidad alcanzada ya, sino de la meta hacia la cual estamos caminando.» (1 – pág. 20)

– Alentar la solidaridad, no la competencia: en la escuela no se califican los logros pero según lo señalado antes, en el liceo esto no es posible. Entonces, se evitan las comparaciones. Cada alumno debe vencer su propia marca sin vencer ni competir por ello, con los demás.

– Estímulo constante al trabajo grupal de los docentes y de los alumnos. Se trata de evitar, en lo posible, el banco o mesa individual, optando por mesas de cuatro a seis alumnos.

  • Se estimula que los docentes coordinen temas afines de las diversas materias: no solo existen espacios institucionales extra aula para ello, sino que se incentiva el trabajo en forma conjunta en el salón de clase, propiciando así que los alumnos tengan la oportunidad de captar la totalidad de un conjunto de conocimientos que en el curriculum oficial se los presenta separados y sin conexiones lógicas entre ellos.

  • Apoyo a los alumnos para que aprendan a estudiar como forma de ir adquiriendo autonomía en su proceso de aprendizaje mientras socializa lo aprendido.

– Promover en el docente que debe asumir su autoridad y jerarquía sin complejos; que haga uso de su poder, pero al servicio de todos: estimulando la participación y la responsabilidad de cada uno.

«Consideramos buena disciplina todo lo que ayuda a unir la alegría y el trabajo. El ambiente de respeto y cordialidad es tan imprescindible como el oxígeno». (1 – pág. 21)

Al alumno …. «…debemos alentarlo a buscar, investigar, equivocarse, corregirse, compartir sus experiencias, aprender a evaluarlas con otros, etc… Entonces el docente no se reserva el protagonismo, sino que facilita y asegura que el de sus alumnos sea exitoso y enriquecedor».

«No hay excusa para la mediocridad y la negligencia. Toda tarea es importante, y los chicos deben aprender y acostumbrarse a cumplir con su deber. El alerta y el ejemplo de los adultos así como su compromiso con las situaciones cotidianas, incluso con las que no atañen estrictamente a lo curricular, es imprescindible».

«El acercamiento al conocimiento debe incluir la imaginación, los sentidos, la intuición, la emoción y el gusto estético… Incluso el silencio y la quietud de la mente en la contemplación o visualización».

«Al conocer el mundo exterior en cualquiera de sus facetas, incluso al observar por el microscopio o el telescopio, uno está descubriendo rostros diversos del propio ser. Por esta razón, sin dogmatismos e imposiciones autoritarias, hay que facilitar el conocimiento de sí mismo y la experiencia de la unidad de todas las cosas». (1 – pág. 22), de aquí que:

«… la meditación como parte del «curriculum» es una de las piedras angulares de esta experiencia educativa». Toda la comunidad educativa comienza y termina su actividad diaria con unos instantes dedicados a la meditación.

6.- LA PERSONA DEL EDUCADOR Y EL DESEMPEÑO DE SU ROL

Una educación que pretenda dar cuenta de las necesidades de hoy y del futuro, es posible si se cuenta con educadores bien preparados para ella. De alguna manera la personalidad del educador está involucrada íntimamente en su tarea. Gran parte del éxito de la propuesta pedagógica depende del educador.

En la «fase presencial» refiriéndonos a la «Formación Docente» se indicó que es la «piedra angular de toda reforma educativa». Los docentes del Idejo desde el punto de vista de su formación, provienen: los maestros de educación preescolar y primaria, de los Institutos Normales; los profesores de educación media, en general del Instituto de Profesores «Artigas» y algunos de la Universidad; los docentes de «materias» de las distintas áreas «no curriculares» del sistema, pero que sí forman parte central de la propuesta educativa del Idejo, tales como expresión corporal, plástica, cerámica, música, yoga, ajedrez, computación, … algunos poseen formación docente propia de los institutos arriba nombrados, pero en la mayoría de los casos son personas sin título alguno, personas que junto a sus conocimientos y aptitudes, poseen una «vocación docente» que los ha llevado a dedicarse a trasmitir esos conocimientos renunciando muchas veces a desarrollar actividades más «reconocidas» y por tanto mejor remuneradas en el mercado.

El Idejo entonces posee los docente que nuestra sociedad a través de sus instituciones ha formado,… pero todos ellos, antes de comenzar a trabajar en el Idejo, han debido participar de instancias grupales institucionales mediante las cuales se fueron interiorizando de la propuesta educativa, y luego optaron por asumir libremente sus responsabilidades docentes en el Instituto.

La formación del docente no culmina nunca, todos los días se enseña y se aprende junto «con» y «de» los demás, sean estos alumnos, colegas, padres,… en tanto el docente como «hombre/mujer» se relaciona con la sociedad de múltiples formas, pero principalmente a través del conocimiento, de los saberes que trasmite que son los que posibilitan la concreción de su labor educativa, esta relación no se concibe sin el compromiso ético ante sí, con sus alumnos y por ende con la sociedad toda.

«Pierre Weil señala que para que alguien pueda transmitir el arte de vivir en paz a otras personas, debe él mismo ser un ejemplo de lo que trasmite». Incluso afirma que: «… la simple presencia de un maestro así, por la irradiación de afecto, dulzura, paciencia, atención a las necesidades del otro, etc., dispensaría de cualquier enseñanza suplementaria…»

Por consiguiente «… un buen profesor debería tener las cualidades que encontramos en los grandes maestros de la humanidad… Y por supuesto que no es fácil encontrar personas así para cada escuela. Lo que haría falta es que los educadores estén al menos en proceso, que se identifiquen con los valores humanos de verdad, belleza, amor y que intenten modestamente vivirlos cada día… (1- pág. 23)

Pierre Weil, en su libro: El arte de vivir en paz (Ed. Errepar, Buenos Aires), indica:

«Estar ahí, vibrando bien, ésta es la tarea más valiosa y silenciosa que podemos realizar. Y si alguien desea comprometerse personalmente para ayudar a la formación de las nuevas generaciones, el primer paso que debe dar es profundizar el trabajo consigo mismo, vivenciar él mismo, cada día un poco más profundamente, los valores que desea favorecer a su alrededor. Entonces será él mismo el primer beneficiado con su propio compromiso». (1 – pág. 24)

Deseo referirme a un aspecto que está presente en la acción de educar y que tiene directa vinculación con la formación y con el rol docente; más de una vez en relación con el proceso de enseñanza-aprendizaje, apareció una dificultad especial:

La propuesta pedagógica del Idejo se expresa a través de palabras tales como «respeto», «libertad», «afecto», … lo que hizo vacilar a algunos docentes cuando debieron hacer uso de su autoridad y de su poder. Algunos profesores dudaban frente a la disciplina a obtener, y hasta aceptaron en algunas ocasiones, actitudes y conductas que ellos mismos juzgaban inoportunas y que incluso no toleraban a los alumnos de otros institutos donde también desempeñaban su labor docente.

Esto está relacionado a veces con un problema no resuelto por parte del adulto, y es que éste no asume» el poder y la autoridad» que están involucrados en la profesión que él elige. Opinamos que el docente debe «… asumirlo totalmente, honestamente, y ejercerlo con amor y humor. Sólo la actitud de servicio justifica ese poder que tiene el docente ante su grupo.

Ese poder, el docente lo debe usar al servicio del crecimiento de los demás, despertando la responsabilidad y asegurando la participación de todos».

«Deberá dar cuenta de cómo lo usa, pero no puede desconocerlo. En este sentido es asumida la autoridad en las sociedades solidarias, y esto no acarrea privilegio alguno, sino mayores responsabilidades…» (1-pág.27)

Siempre hay un delicado equilibrio a obtener: el docente con más ascendencia evita el autoritarismo, el más estimulante evita el exceso de la exigencia, recordando siempre que «… a veces exigir puede ser un acto de amor». (1- pág. 28)

7.- LA COLABORACIÓN «CON LOS PADRES»

Este es otro aspecto que deseo tratar, puesto que es importante en nuestra propuesta educativa.

La familia es el primer ámbito educativo de los niños; por más completo que sea el servicio del Idejo, la incidencia y la responsabilidad de los padres es fundamental. Por tanto nosotros siempre nos consideramos sus colaboradores.

El Idejo mantiene sus puertas abiertas para que los padres sientan que es parte de sus propios hogares. Es necesario un diálogo fluido, una colaboración abierta y un apoyo mutuo permanente.

La política del Idejo es clara en cuanto a mantener limitado el número de alumnos para «… asegurar un contacto real y fecundo con todos y entre todas las familias del colegio». Las «presiones» han sido muchas tanto de los padres como de los docentes, para que el Instituto cree el 2º ciclo de educación media (bachilleratos diversificados); posiblemente esto resolvería algunos problemas financieros actuales y evitaría otros en el futuro. Pero el riesgo de perder una relación directa entre alumnos-docentes-padres motivado por un crecimiento grande del número de alumnos, ha sido la causa principal por la cual no se ha procedido a dar dicho paso. Estamos dispuestos como organización a entablar contactos y estudiar posibles fórmulas, con las personas que quieran realizar ese desafío aplicando la concepción educativa del Idejo.

Son muchas las formas mediante las cuales se procede a realizar la relación continua con las familias:

1) En el momento de la inscripción, se realizan dos charlas; en la primera de ellas, se les explica a los padres qué es y qué ofrece el Idejo, y se aclaran todas las dudas e inquietudes que se plantean al respecto. Esta charla se hace con pequeños grupos de padres.

En la segunda, nos informamos acerca de la composición familiar. De parte nuestra aclaramos que «… nuestro Instituto no acepta alumnos, más bien integra familias». La disponibilidad de los adultos es lo que permite que ello se concrete… pero, en el peor de los casos nos ha servido mucho «… para defendernos de «abusos» de algunas familias que nos querían confiar tan sólo aquel de los hijos que había tenido enormes dificultades por rendimiento o conducta, mientras querían seguir confiando a los que consideraban más capaces a institutos más conservadores…»

«También tuvimos que evitar ser usados por algunas personas a quienes sólo les interesaba que tuviéramos doble horario, y si más largo mejor. En realidad no buscaban un centro de educación que los pudiera comprometer a ellos, sino un depósito para los chicos…»

Nuestra práctica nos ha enseñado que «… no es posible decir un sí de calidad a ciertos grupos sin plantear un no respetuoso pero firme y claro a otros».

2) Las reuniones de clases con la maestra del grupo en la escuela o con los padres de los liceales en general. Estas reuniones son las más concurridas, incluso se ha llegado al total de asistencia de los padres.

3) Diferentes en su dinámica, las frecuentes «clases abiertas», casi siempre talleres participativos, reúnen también a los padres de acuerdo a los grupos de alumnos. (1 – pág. 82)

Las reuniones en general suelen ser muy cordiales, y permiten un diálogo fluido entre los padres y educadores. Pero también a veces fueron reuniones difíciles y con fuertes planteos discrepantes.

«No buscamos nunca crear situaciones problemáticas, no hace falta. La vida misma las brinda, y cuando ocurren, no hemos eludido reuniones con los padres en medio de la tormenta. Así aprendemos todos que discrepar no es dejar de respetarse y quererse. Aprendemos que ser diferentes y pensar distinto no es una agresión, y si confiamos básicamente unos en otros, podemos aceptar discrepancias o superar errores en la marcha. Si no se diera esta confianza básica, no tendría sentido pretender mantener una relación de colaboración en algo tan sagrado como es la educación de los hijos». (1 – pág. 83)

4) El Idejo ofrece reuniones formativas: seminarios, conferencias, jornadas, talleres de desarrollo personal, incluso retiros. Se han aumentado las ofertas en este sentido, incluso con la colaboración de distintos profesionales y de personas valiosas.

5) Además, se organizan reuniones festivas, paseos, bailes, etc.

6) Los viernes de noche se ofrece participar en una meditación acompañada con danzas u otro trabajo corporal. En estas actividades participan todos los adultos que lo deseen. «… Esta experiencia de meditación compartida por los padres responde a nuestra intención de hacer llegar hasta los hogares los recursos que nos permiten vivir un poco más libres de las tensiones de la vida cotidiana». (1 – pág. 84)

7) Durante dos años el colegio mantuvo un programa de radio, con buena audiencia por parte de las familias del Idejo, e incluso del público en general. Esto facilitaba más aún la comunicación Idejo-Familias-Sociedad».

8) Los encuentros permanentes e informales con los padres tienen la máxima importancia: intencionadamente los directores se encuentran en la puerta del colegio en el «horario de salida» de los alumnos, los padres encuentran así formas directas y cotidianas para compartir inquietudes o profundizar un diálogo.

Para concluir este apartado quiero mencionar el testimonio de un padre:

«Ya hace tres años que están mis hijas aquí y tú sabes bien, que aunque a mi señora le interesaba la propuesta del Idejo, a mí más me importaba porque quedaba muy cerca de mi casa. Pero hace unos días, realizando un trabajo en la casa de una psicóloga, le hablé de nuestra escuela… »

  • ¿Cómo nuestra escuela? -me interrumpió-. Será la escuela de tus hijas…

«Y yo sentí, … que me había expresado bien, es nuestra escuela, todos en la familia así la consideramos…» (1 – pág. 85)

8.- LOS BENIFICIOS OBTENIDOS

Hoy transcurridos casi doce años desde que comenzamos con la acción educativa, podemos constatar que los niños y jóvenes que se acercan al Idejo se han visto beneficiados en su crecimiento.

Los adultos que cada año se contactan con nosotros por primera vez, al observar el patio escolar, notan y nos hacen saber, la libertad y serenidad que ven en los chicos durante los recreos.

Estos beneficios para con los niños y jóvenes son posibles porque los docentes asumen su acción educativa como compromiso colectivo: «El Idejo está transitando … y para quienes estamos participando de esta experiencia, lejos de sentirla como un «sueño cumplido», más bien se nos representa como un motor que nos impulsa a desplegar nuevas alas».

«… Desde el rol que ocupamos, el IDEJO, además de constituir un querido espacio laboral es vivenciado como un lugar de crecimiento y fortalecimiento, donde todos aprendemos «con» y «de» todos». (2 – pág. 3)

Este clima no lo podemos atribuir sólo al yoga y a la meditación, sino más bien al conjunto de la propuesta educativa del Idejo. En esta propuesta, las técnicas que apuntan a la armonización y a la paz interior juegan un papel clave.

«En los tiempos urgentes que estamos viviendo las personas en paz consigo mismas, se vuelven imprescindibles. Y sólo ellas estarán realmente preparadas para el cambio,… «. (1 – pág. 52)

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Y/O CITADA

1.- MIRZA, Fernando. EL IDEJO : UNA EXPERIENCIA EDUCATIVA CON NIÑOS FELICES. Errepar, Buenos Aires, 1996.

2.- SER Y HACER.. Instituto de los Jóvenes. Nº 1. Montevideo, 1996

3.- SER Y HACER. Instituto de los Jóvenes. Nº 2. Montevideo, 1996

4.- SER Y HACER. Instituto de los Jóvenes. Nº 6. Montevideo, 1998

5.- Materiales de difusión interna para docentes, padres y alumnos del Idejo.

6.- Bibliografía y materiales del curso Epistemología de la Educación. Magister en Política Educativa. Reduc-Universidad Alberto Hurtado. Santiago de Chile, 2000

 

Fuente del Artículo

https://www.reduc.cl/reduc/umbral7.htm

Fuente de la Imagen:

El afecto en la práctica pedagógica