Publicado: 21 agosto 2020 a las 2:00 pm
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México/21 de agosto de 2020/Por: María Sánchez/Fuente: https://www.debate.com.mx/
Son necesarios proyectos educativos centrados en el derecho a la educación, en la indagación y en el cuidado de sí mismo y de los vínculos, señala experto
Si bien la pandemia ha afectado el derecho a la educación para muchos niños, niñas y jóvenes en México y en Latinoamérica, no es solo desde la pérdida de la oportunidad de asistir a las aulas, sino también desde el poco acceso al conocimiento que se tiene desde el paradigma actual educativo, el cual requiere cambios, explicó David Eduardo Calderón Martín del Campo, cofundador de Mexicanos Primero, en el foro virtual «¿Por qué necesitamos nuevos modelos educativos en la pandemia?», organizado por la iniciativa Tejiendo Redes por la infancia.
Durante su exposición, David Calderón detalló que la pandemia ha agudizado el problema del acceso a la educación para la niñez y la juventud mexicana y latinoamericana; pero también ofrece la oportunidad de cambiar el paradigma educativo, porque no solo se trata de permitir el acceso a las tecnologías en los hogares en México.
Ante esto, dejó en claro las cuatro cosas a las que no hay que volver: en primer lugar —según Calderón—, dejar de lado la visión de educación como contenidos o temarios, y trascenderla a derechos. Informó que siempre hay tiempo para adquirir un conocimiento, pero es más necesario pasar el tiempo aprendiendo a disfrutar, a conversar y a compartir el conocimiento. Segundo: dejar de lado memorizar y repetir, y aprender a preguntar y a investigar: «Dejar fuera la perspectiva de repetir lo que otros pensaron, y más bien pensar nosotros», dijo.
La tercera situación a cambiar es evitar que otros definan quiénes somos y qué podemos hacer; es decir, dejar de dar importancia a todo el sistema de notas, certificaciones y registros; no dejar que las mediciones o calificaciones midan, cataloguen y hagan saber al educando quién es, qué puede y que no puede hacer. Esto es permitir el acceso al conocimiento desde el autocuidado, la autoexpresión, la automotivación y la autoeficacia de los alumnos.
Por último, dio importancia a cambiar el paradigma de los vínculos, pues aprender es siempre aprender con otros, detallando que la chispa en la educación es la relación entre las personas, la relación entre un adulto empático, respetuoso y retador, y el talento que ya naturalmente tienen niñas, niños y jóvenes, algo que lamentablemente no sustituyen las pantallas en la educación a distancia.
Aprende en Casa ha sido criticado de diversas formas. Por ejemplo, la falta de equidad en su despliegue, el uso exacerbado de recursos tecnológicos y la densidad de las actividades y tareas que deben realizar niños, niñas y adolescentes. Además, asume que todos los hogares poseen condiciones para estudiar (Díaz-Barriga, Ángel, et al. Educación y pandemia. Una visión académica. 2020).
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