Por Francois Jarraud

¿Los profesores universitarios se preocupan realmente por el éxito de sus estudiantes? ¿Cuáles son sus prácticas docentes? ¿Qué perfiles de profesores podemos distinguir? Un nuevo estudio de Depp proporciona respuestas interesantes a estas preguntas. Mientras que algunos oponen a los “pedagogos” a otros, el estudio muestra que los profesores tienen mucho en común en sus prácticas de enseñanza. Las diferencias a menudo radican en el contexto en el que enseñan. Los maestros son uno.

Epode y Talis

 Para conocer las prácticas docentes de los profesores, la mejor fuente fue la encuesta Talis , realizada por la OCDE. Ahora la Depp (división de estudios del Ministerio de Educación Nacional) publica los resultados de Epode, una nueva encuesta sobre las prácticas docentes de los profesores universitarios. La encuesta se centra en escenarios educativos, evaluación y prácticas educativas y colaborativas. Está previsto que se realice cada 3 años. El próximo está previsto para 2021.

Profesores muy comprometidos

Lo primero que muestra Epode es el alto nivel de compromiso educativo de los profesores universitarios. “De ocho a nueve de cada diez docentes afirman colaborar frecuentemente con sus compañeros para dar una respuesta colectiva a un problema educativo: el 94% de ellos mantienen frecuentemente informados a terceros (guarderías, servicios sociales o de salud escolar, etc.). en caso de comportamiento de riesgo por parte de un alumno, el 85% colabora frecuentemente con la vida escolar para asegurar que la normativa interna sea respetada por todos los alumnos fuera del aula ”. Todo ello muestra una conciencia profesional compartida construida en torno a los valores de la Escuela.

Epode también muestra una preocupación muy importante por el éxito de todos los estudiantes. El 69% de los docentes adapta su pedagogía a las dificultades de sus alumnos, el 74% tiene en cuenta el PPS (adaptación a alumnos con necesidades especiales). A diferencia de los “docentes desertores” que presentan determinados medios, los docentes se preocupan por la educación de los jóvenes que se les confía. Por otro lado, menos de ellos trabajan con los padres: solo el 34% de ellos a menudo les pide a los padres que piensen en el éxito de los estudiantes.

Compromiso con la enseñanza explícita

La segunda característica es que esta dimensión colaborativa del trabajo docente está más orientada hacia la educación que hacia la pedagogía. Solo el 14% de los profesores solicita con frecuencia a sus compañeros la implementación de secuencias. Es una dimensión que había sido notada por Talis.

Otra conclusión compartida con Talis, “los profesores favorecen la enseñanza explícita, es decir, un método de enseñanza caracterizado por un enfoque directo, estructurado y fuertemente guiado. Así, el 81% de ellos tiene frecuentemente las instrucciones reformuladas por los alumnos para asegurarse de que las han entendido correctamente.Prácticas dirigidas a la implicación activa del alumno en el aprendizaje (dimensiones “Enseñanza activa” y “Evaluación formativa “) Son menos frecuentes y se consideran menos factibles y menos prioritarias: solo el 54% de los profesores ofrecen con frecuencia enfoques de investigación (o enfoques inductivos) a los estudiantes y el 33% con frecuencia ofrece a los estudiantes herramientas de autoevaluación”. Talis señaló que solo el 26% de los profesores de francés invitan a los estudiantes a resolver tareas complejas de acuerdo con su propio procedimiento en comparación con el 44% en promedio en el Ocde. Solo el 26% sigue dando tareas en las que la respuesta no es obvia (frente al 34%). Pero Talis agregó que el trabajo en grupo está bien establecido (49% contra 50%) y que es un gran cambio desde 2013 (+ 12%).

El uso de lo digital se considera la prioridad más baja y la práctica menos factible, dice Depp. Talis también señaló que solo el 36% de los docentes los invita a utilizar las TIC (frente al 53% en promedio en la OCDE). Evidentemente, la crisis sanitaria ha cambiado este porcentaje. Pero los profesores también pudieron ver los límites de estos usos.

Prácticas más homogéneas de lo que parece

Depp saca una conclusión interesante de los resultados de su investigación. Un trabajo de identificación de grupos de profesores muestra perfiles menos tradicionalistas frente a los “pedagogos” que grados de intensidad en las prácticas. “Una clasificación jerárquica ascendente (CAH) realizada sobre las puntuaciones de frecuencia relativas a todas las dimensiones permite identificar cuatro grupos homogéneos de profesores.  Los docentes del grupo 1 se distinguen por prácticas profesionales más frecuentes independientemente de la dimensión considerada. Por el contrario, los del grupo 4 informan prácticas menos frecuentes para todas las dimensiones ”. No hay distinción por la naturaleza de las prácticas sino por su frecuencia.

Lo que parece orientar esta frecuencia es la naturaleza de la clase. “Los profesores que describen un perfil de clase muy favorable al aprendizaje relatan con mayor frecuencia prácticas profesionales (29%) que los responsables de las clases que presentan un perfil poco favorable al aprendizaje (16%)”. Es la situación educativa la que configura el perfil del docente más que las orientaciones educativas. “Las prácticas encaminadas al desarrollo de la autonomía del alumno, la colaboración con el equipo docente y la evaluación formativa son realizadas con mucha más frecuencia por profesores que describen un perfil de clase muy favorable al aprendizaje”.

En otras palabras, el estudio Epode nos aporta algo importante. Más allá de los debates mediáticos entre “republicanos” y “pedagogos”, a pesar de todos los esfuerzos realizados para dividir y oponerse al profesorado, el cuerpo docente sigue existiendo con los mismos referentes en cuanto a valores. Y esa es una buena noticia.

Fuente

http://www.cafepedagogique.net/LEXPRESSO/Pages/2020/07/02072020Article637292710406439333.aspx