Por: UNESCO
La continuidad de la vida cultural ha sido irrumpida por la COVID-19, poniendo en riesgo la preservación de sistemas simbólicos y sistemas de conocimientos presentes en diferentes expresiones y prácticas culturales, en particular aquellas que provienen de pueblos originarios. Es el caso de Xantolo, una festividad colectiva, de convivencia, entre vivos y muertos.
En la imagen “Arcos y ofrendas”, zona arqueológica de Tamtoc, Ciudad Valles, San Luis Potosí.
Galería digital con Jorge Cervera
Xantolo es la oportunidad anhelada para el turista que guste sumergirse entre los colores y sabores del lugar y escapar a otro universo, diferente e inquietante, donde uno deja de ser espectador para disfrutar, convivir y ser parte de una de las tradiciones más sorprendentes de la cultura huasteca
Al igual que otras fiestas indígenas dedicadas a los muertos incluidas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la fiesta de Xantolo, en la Huasteca Potosina (San Luis Potosí) se desarrolla en el final y reinicio del ciclo anual del maíz, entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre, cuando se abren los puentes entre “el más allá” y el mundo terrenal, para convivir a través de una majestuosa forma simbólica con los difuntos. Sin embargo, la celebración huasteca no sólo se manifiesta “en familia”, sino que se hace partícipe a vecinos y visitantes.
Xantolo es una palabra derivada del latín sanctorum, la fiesta de todos los santos de la iglesia católica, e introducida al náhuatl por los Teenek, el pueblo de los Huastecos. Aunque la festividad se desarrolla en toda la Huasteca Potosina, los municipios de Axtla de Terrazas, San Vicente Tancuayalab, Xilitla, Tanquián de Escobedo, Tampamolón y San Martín Chalchicuautla, son los más representativos por su magnitud, junto con Ciudad Valles, cada una con sus particularidades.
En la imagen: veneración en el Panteón de Chalco.
Xantolo es una fiesta de acercamiento con los antepasados, familiares y dioses. Es el tiempo de agradecer los favores recibidos, por ello se ofrenda lo que se puede y lo que se tiene. Así toda la comunidad se solidariza en hospitalidad con los visitantes
Los olores, los colores, la comida, “la gente te absorbe y te contagia esa vibra”, comenta el fotoperiodista Jorge Cervera, quien ha documentado la festividad teenek durante 10 años consecutivos, y quien comparte algunas piezas de su obra en este artículo visual, donde se aprecian las “ofrendas” tradicionales, platillos y bebidas que eran del gusto de la persona difunta y que se comparten en los cementerios y en los arcos o altares de muertos, con sus características flores de cempasúchil, ya sea al interior o a la entrada de las casas.
La diferencia es que en Xantolo, “vas caminando por las calles y te paras a ver un altar y la gente te invita a que comas de las ofrendas, puedes degustar del pan… si hay mezcal, tomas mezcal”, explica Cervera. También las niñas y los niños disfrutan de esta fiesta, al pedir “chichiliques” a su alrededor para recibir pan, tamales de chilpan, que es un adobo revuelto con masa, o tamales de frijol de zarabanda o sarabanda.
Guía de imágenes
Ceremonia a los difuntos, Aquismón, SLP. | Mercado, Ciudad Valles, SLP. | Arco en San Martín Chalchicuautla, SLP. | Ceremonia a los difuntos, Aquismón, SLP. | Altar de muertos en Aguacatitla, Axtla de terrazas, SLP. | Visita a difuntos, Tanquian de Escobedo, SLP. | Ceremonia a los difuntos, Aquismón, SLP. | Veneración a los muertos, Chalco, Axtla de terrazas, SLP.
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