La Estrategia de Asociación Mundial para la Atención y Educación de la Primera Infancia de la UNESCO despega y se arraiga
No queremos una estrategia solo por escrito. Queremos que se tomen medidas en todos los países del mundo. Somos los copropietarios de esta estrategia. De esta debe emanar nuestro compromiso real con respecto a los contenidos de la estrategia de asociación mundial. Me he implicado en esto porque creo en el proceso subyacente de la elaboración de la estrategia
Hace aproximadamente un año, S. A. R. la princesa Laurentina hizo un llamamiento para que la UNESCO tomara medidas con miras a proteger a los niños más pequeños del mundo cuya atención y educación se vieron muy comprometidas durante la pandemia de COVID-19. Después de su llamamiento a la acción en julio de 2020, la UNESCO organizó cuatro encuentros de alto nivel que congregaron a representantes ministeriales, directores de agencias y especialistas con miras a elaborar estrategias que refuercen los servicios suministrados a la primera infancia en todo el mundo. De estas reuniones surgió la estrategia de asociación mundial para la atención y educación de la primera infancia (AEPI).
Los niños tienen derechos humanos fundamentales, universales, indivisibles e interdependientes, que garantizan la supervivencia, el desarrollo y la educación de cada niño. Abarcando un periodo que va del nacimiento a los ocho años de edad, a la AEPI se le considera a menudo más como un privilegio que como un derecho. La visión de la estrategia de asociación mundial se centra en la convicción de que la realización de estos derechos y servicios es la base de un desarrollo positivo del niño, del bienestar familiar, del aprendizaje a lo largo de toda la vida y del desarrollo sostenible.
Esta visión debe ser compartida a nivel sistémico para crear un movimiento de envergadura en favor de los niños pequeños y de sus familias en el mundo. La estrategia de asociación mundial catalizará la colaboración multisectorial y las múltiples partes a escala mundial, regional, nacional y local para promover los derechos y la protección del niño. Las 5 estrategias “centradas en los resultados” que integran la estrategia han sido elaboradas con miras a contrarrestar las tendencias negativas en el ámbito educativo y de superar la reducción y cierre de servicios sanitarios, de nutrición, de higiene y de protección a la infancia en todas las regiones del mundo.
Hoy en día, la enseñanza preescolar solo acoge a la mitad de los niños del mundo, ya que existen obstáculos físicos y financieros que siguen impidiendo que su acceso sea universal. Un promedio de solo el 2% de los presupuestos de la educación en los países de bajos ingresos se dedican a la AEPI, a pesar de las pruebas que se acumulan y demuestran que los primeros años de vida tienen una repercusión a largo plazo en la salud, el desarrollo y el aprendizaje. La Estrategia 1 incita a la utilización de este conjunto creciente de datos fehacientes para apoyar las inversiones en el ámbito de la AEPI.
El acopio de datos sobre el desarrollo físico, cognitivo y socioemocional de los niños pequeños y sobre los servicios de los que se benefician es esencial para informar a las políticas y los programas. Nuevos instrumentos, indicadores, encuestas y avances en los sistemas de gestión de la información permiten que los países tengan una idea precisa de la situación de la AEPI. A pesar de los logros alcanzados, persisten lagunas en cuanto a los datos, y este es el tema que aborda la Estrategia 2.
La Estrategia 3 aborda el acceso para contrarrestar las desigualdades y la exclusión mediante el reforzamiento de las políticas, la financiación, el personal, las prácticas pedagógicas, los datos y las normas internacionales de referencia, basándose en los recursos abiertos. La Estrategia 4 tiene como objetivo incluir al menos un año de educación gratuita y obligatoria para la primera infancia en los planes y presupuestos de la educación. La Estrategia 5 propone un camino crítico para recomendar a la Asamblea General de las Naciones Unidas la creación del Decenio de las Naciones Unidas para la atención, la educación y el desarrollo de la primera infancia.
La versión final de la estrategia de asociación mundial se publicará en agosto de 2021, una vez constituido el Equipo de resultados para dirigir su aplicación en plena alianza con cerca de 100 organizaciones, entre las que figuran el UNICEF, la Alianza Mundial para la Educación (AME), OMS, el Banco Mundial, la OCDE, la ECDAN, la OMEP, los bancos regionales de desarrollo, las redes y asociaciones regionales y nacionales al servicio de todas las naciones. Países como Francia, Canadá, Cuba, Italia, Mauricio, Suecia, Uzbekistán, Camboya, Côte d’Ivoire y Benín ya comenzaron a promover la estrategia de asociación mundial.
El equipo también ajustará sus actividades sobre la evolución de las políticas educativas con miras a la consecución de la agenda Educación 2030/ODS 4. Además de coordinar los esfuerzos de sus asociados, el Equipo de resultados publicará informes sobre las etapas para informar acerca de las iniciativas y actividades de la estrategia de asociación mundial.
Como declaró Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO, “Debemos proporcionarles a los niños un comienzo justo, atento y sano en la escuela y en la vida. El enfoque holístico de la estrategia de asociación mundial puede despegar verdaderamente arraigándose en los sistemas educativos”.
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