Contextos desiguales ¿cómo mejorar el entorno educativo?

Publicado: 7 agosto 2021 a las 6:00 pm

Categorías: Artículos

Por Víctor Hugo Granados Zapata

Según la RAE, la palabra “heterogéneo” significa “compuesto de partes de diversa naturaleza”. Esta palabra tiene una connotación muy importante cuando indagamos sobre temas sociales, por ejemplo, cuando decimos que México es un país “heterogéneo” nos referimos a que nuestro país se compone de contextos diferentes en todo el país, desde un punto de vista cultural hasta su situación económica y social. A pesar de que lo anterior suena (y suele ser) algo bastante intuitivo, es un detalle que perdemos de vista al momento en que se implementan políticas públicas o programas a nivel nacional para tratar de combatir diferentes problemas públicos como la pobreza, el desempleo y, el que vamos a analizar en esta ocasión, la ampliación de la desigualdad educativa. Los anuncios que ha hecho el presidente sobre el regreso presencial han sido un parteaguas para darnos una idea sobre cómo se iniciará el combate a la crisis educativa, sin embargo, ¿cuál es el plan en concreto para tratar la ampliación de la brecha educativa? ¿Las líneas de acción gubernamental deberían hacerse de manera general o adaptarse según el contexto de los lugares?

Retomando el concepto de heterogeneidad, nuestro país tiene una brecha socioeconómica amplia. Tomando en cuenta el coeficiente GINI que proporciona el Banco Mundial, en 2018 México tenía un coeficiente de 45.4 puntos, lo cual significa que tenemos una desigualdad económica (mientras más alejado esté el porcentaje de 0, implica una mayor diferencia entre las condiciones que se están midiendo). Por otra parte, el último informe de medición multidimensional de la pobreza en México que realizó recientemente Coneval señala que de 2018 a 2020 aumentó la pobreza en nuestro país de 41.9% a 43.9%, contemplando en total 55.7 millones de personas en situación de pobreza. Lo anterior no solamente comprueba que existe una diferencia abismal en todo el país, sino que también nos arroja un nuevo reto. ¿Debemos abordar los problemas educativos con una política educativa general o se debería indagar en programas dirigidos a sectores más vulnerables?

Dentro del informe previamente citado, se señala que el rezago educativo solamente aumentó un .25% de 2018 a 2020, pero lo que no contempla son los números que ha dejado la pandemia en cuanto a abandono escolar en 2021 (1.8 millones según la encuesta Ecovid Ed del INEGI) o el gasto desproporcionado en la política fallida de “Aprende en Casa”, lo cual seguramente va a repercutir negativamente en futuras estimaciones. Sin embargo, algo que debemos tomar en cuenta es que desde 1992 la gestión educativa se descentralizó en las entidades educativas, lo cual implica que cada Gobierno Estatal debería identificar los problemas educativos locales y, con base en evidencia, tratarlos. Bajo esta lógica, conviene pensar en un plan nacional de mejora educativa que contemple acciones generales y particulares para enderezar al sistema educativo, teniendo como primer eje de acción el semáforo epidemiológico.

A diferencia de las primeras medidas de acción a nivel federal, la idea es contemplar un acuerdo con cada entidad federal para que se elaboren programas de reanudación de clases presenciales (o modelo híbrido) que atiendan a las necesidades específicas de cada región, redistribuyendo de manera equitativa los recursos en materia educativa y buscar una mejora educativa equilibrada en todo el país. Esto puede ser un primer gran paso, sobre todo con apoyo de las familias durante las jornadas de sanitización y con las reuniones de consejo escolar, siendo estos últimos el primer filtro de detección de síntomas (tanto de las y los estudiantes, como de los diferentes miembros de cada familia). Las acciones posteriores podrían derivar de los resultados en cada entidad y la SEP podría apoyar aportando infraestructura y recursos públicos.

En esta etapa de la nueva normalidad debemos tener un enfoque más abierto a la solución de conflictos, adoptando medidas que involucren a diferentes autoridades y no esperar que el Gobierno Federal resuelva todos los problemas (o gestione todo). Aguascalientes cuenta con la ventaja de tener un instituto de educación descentralizado, con mayor autonomía de gestión que otras entidades federativas, sólo necesitamos más datos sobre cómo está la situación de nuestro estado en materia educativa e iniciar la elaboración de propuestas. Es hora de que participemos todas y todos en el cambio, sobre todo en este contexto tan desigual en el que vivimos todas las y los mexicanos.

Fuente:

Contextos desiguales ¿cómo mejorar el entorno educativo?

Fuente de la Imagen:

https://agendaeducativa.org/tag/desigualdad-educativa/

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