Publicado: 28 agosto 2021 a las 10:00 pm
Categorías: Artículos
A unos días del regreso a clases, los padres mexicanos son los más insatisfechos con la educación en línea; 55% considera que la calidad de las clases no ha mejorado, según el estudio de las perspectivas educativas en México, realizado por EY – Parthenon.
Antes del confinamiento, alrededor del 68% de los padres de México, Colombia y Perú no había considerado a la educación en línea como método de enseñanza; solo 20% la consideraba atractiva.
Después de casi un ciclo escolar a distancia, los padres han aceptado los nuevos formatos de clase y 53% de ellos tiene una mejor percepción de la educación online, pero la consideran atractiva solo si es temporal.
En tanto, desde el inicio de las medidas de confinamiento, 36% de los padres cuyos hijos asisten a escuelas privadas y públicas cree que la formación de los maestros y las plataformas en línea para la impartición de clases y entrega de tareas son las mejoras más significativas.
Además, debido a que la mayoría de las escuelas han implementado WhatsApp y Zoom como sus principales plataformas de enseñanza; los padres (26%) perciben una mejora en la interacción entre profesores y alumnos.
Debido al confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19, durante el último año, la educación a distancia se convirtió en la norma; lo que ha representado un gran reto para las escuelas, los padres y los estudiantes.
El uso de las herramientas tecnológicas, el desarrollo de capacidades complementarias y la adopción de una mentalidad diferente se han convertido en los factores clave en este nuevo escenario educativo.
EY, realizó un monitoreo del impacto de la pandemia de Covid-19 para entender los efectos del cierre de escuelas; la evolución de la educación en línea, y el futuro de los modelos de educación básica y media superior en México, Colombia y Perú.
Así los resultados demuestran que los padres consideran atractiva la educación en línea solo si es temporal y están dispuestos a enviar a sus hijos a las escuelas una vez que vuelvan a abrir.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) consideró que el regreso a clases presenciales es un paso clave para la continuidad de la educación y la recuperación de aprendizajes.
“El cierre prolongado de escuelas puede afectar negativamente a toda una generación en el corto, mediano y largo plazo, provocando pérdida de conocimientos y habilidades que, en el caso de México, se suma a una crisis de aprendizajes ya existente antes de la pandemia”, reveló.
Esto porque, según la evaluación Planea 2018, casi 80% de los alumnos de primaria no alcanzaban los aprendizajes esperados en comprensión lectora y matemáticas; rezagos que se agudizaron durante el cierre prolongado de escuelas.
Sin embargo, ante la tercera ola de contagios que sufre México, en donde diariamente se registran más de 20,000 contagios nuevos, los médicos consideran que no es tiempo de regresar a clases presenciales.
Los especialistas en salud refieren que la apertura de escuelas debe realizarse dependiendo los niveles de contagio de Covid-19 en las regiones; además que ya está demostrado que las medidas más importantes para evitar los contagios son la ventilación y el uso de cubrebocas.
De acuerdo con el estudio, en lo que concierne al regreso a clases, 36% de los encuestados de México afirma que dejarían asistir a sus hijos si se establecen protocolos de seguridad estrictos; 16% de ellos dice que solo deberían volver cuando todos estén vacunados.
El estudio destaca que, por otro lado, se identificó que los estudiantes de educación superior están más abiertos a modelos híbridos que les otorguen autonomía y flexibilidad; siempre y cuando la calidad educativa sea comparable con la del modelo presencial.
Además de que ofrezcan beneficios adicionales, por ejemplo, la posibilidad de realizar cursos impartidos por universidades extranjeras de manera remota.
Estas tendencias son retos importantes para las instituciones educativas, afirma Ángel Estrada, socio de EY-Parthenon Latinoamérica Norte.
“Sin embargo, también representan oportunidades para que las universidades y colegios diseñen estrategias para diferenciarse, crecer más rápidamente; y lograr un mejor posicionamiento con estudiantes y padres de familia”, afirmó.
Los principales aspectos que los padres de Colombia, México y Perú valoran de la educación a distancia en los niveles básico y medio superior continúan siendo el desarrollo de habilidades tecnológicas por parte de los estudiantes (69%), la autonomía para tomar clases (51%), y no tener que trasladarse (49%).
En tanto, indican que les parece negativo que sus hijos pasen demasiado tiempo frente a una pantalla (66%), la falta de interacción entre compañeros y con los profesores (64%); y la percepción de que los alumnos tienen más dificultad para absorber los conocimientos (39%).
Los hogares con hijos inscritos en escuelas privadas y públicas han realizado inversiones relacionadas con la educación a distancia.
No obstante, aquellos que asisten a instituciones privadas han hecho inversiones significativamente mayores. Por ejemplo, alrededor de 60% contrató o mejoró su servicio de internet en casa. Además, alrededor de 57% de los hogares mexicanos compraron una computadora o tableta, y 14% contrató un profesor particular.
De acuerdo con el estudio, también se observa que la crisis económica provocada por la pandemia ha repercutido en los ingresos de los hogares mexicanos y ha limitado su capacidad para invertir en recursos educativos en línea: 28% de las familias en México con hijos en escuelas públicas no ha realizado ninguna inversión.
Asimismo, el estudio realizado por EY–Parthenon refleja que los padres mexicanos, colombianos y peruanos descubrieron los beneficios de estar más involucrados en la educación de sus hijos y planean mantener un mayor nivel de implicación que antes de la pandemia.
De ahí que 62% de los padres de todos los grados tengan previsto implicarse más en la educación y las actividades escolares de sus hijos que antes del confinamiento.
En los tres países, 75% de los padres está de acuerdo con que las colegiaturas deben mantenerse más bajas si continúan las clases en línea.
Las escuelas de México han sido las más flexibles para atender las solicitudes de apoyo financiero de las familias; alrededor de 30% de los padres declaró que el apoyo financiero relacionado con la colegiatura había sido igual o menor a 10%.
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