Más retos para el sistema educativo mexicano ante este regreso a clases

Publicado: 2 septiembre 2021 a las 8:00 pm

Categorías: Artículos

Casi un año y medio después, el regreso presencial a clases ya es una realidad en México. Voces a favor y voces en contra han desatado un debate abierto respecto a qué es lo mejor para los alumnos y las familias con esta decisión pública. Hay retos, hay riesgos y hay también enormes ventajas. Por ello se dispusieron instrumentos y medidas para el cuidado de la salud física y mental de quienes convivirán durante horas y días, de manera presencial pero intermitente, en las escuelas y se dejó al final, la última decisión, a los padres de familia respecto a enviar o no a sus hijos a las aulas.

En marzo de 2020, escuelas, colegios y universidades decidieron mandaron a sus 33 millones de alumnos a casa por el inicio de la pandemia, y desde entonces los cursos se estuvieron transmitiendo por televisión, radio, internet y diversas plataformas. Regreso a

Hoy, agosto de 2021, ante el temor de algunas familias por la “tercera ola” de contagios de COVID-19 que sufre el país, a pesar del repunte de contagios en México, el Gobierno Federal ordenó la reapertura de las escuelas por considerar que el encierro afecta al desarrollo de los menores.

Con la publicación de un acuerdo y una serie de disposiciones a seguir para un correcto desarrollo del ciclo escolar 2021-2022, el Gobierno de México estableció el regreso a clases desde el pasado lunes 30 de agosto. La Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer una serie de lineamientos básicos para el retorno “seguro” a las aulas, mismos que tanto los maestros como los niños y los adolescentes que asistan, deberán de cumplir a cabalidad.

Entre otros: determinar filtros de salud en casa, en la entrada de la escuela y en el salón de clases; lavarse las manos con agua y con jabón, haciendo uso del gel antibacterial; uso de cubrebocas de manera correcta, cubriendo la nariz y boca; respetar la sana distancia; usar más los espacios abiertos; suspender todo tipo de actividades escolares que concentren a toda la comunidad; avisar inmediatamente a las autoridades competentes en caso de que un alumno presente síntomas relacionados al COVID-19; todos los docentes deberán promover el apoyo emocional a través del curso online de la SEP-Salud Retorno Seguro, disponible en la página climss.imss.gob.mx; las recomendaciones para el regreso a clases presenciales se tendrán que conocer a través de la ´Guía para el regreso responsable y ordenado a las escuelas´, la cual brindarán las Secretarías de Salud y Educación Pública.

Asimismo, la Secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, comentó que si bien el regreso a clases presenciales es voluntario, tanto las niñas como los niños, adolescentes y jóvenes deberán ser inscritos en el grado o nivel que les corresponda, para evitar que los alumnos “no sean considerados como un caso de abandono o deserción escolar”.

Se indicó particularmente que quienes decidan no asistir de manera presencial, tendrán que continuar con la educación a distancia desde sus hogares, puesto que en determinado momento serán evaluados con la finalidad de comprobar su aprendizaje. Los alumnos que se encuentren cursando en la modalidad en línea deberán escribir una carta donde describan los motivos por los que no regresarán a las aulas de forma presencial.

Se comunicó a los padres de familia y tutores que tanto los uniformes como los útiles escolares, que antes del COVID-19 eran obligatorios y estrictamente necesarios, ya no lo serán, ya que se buscará disminuir gastos a las familias por estos dos motivos.

Todo lo anterior, respecto al regreso operativo de los alumnos a las escuelas. Pero también hay que hablar de “la otra cara del regreso a clases”.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recientemente señaló que el retorno a las aulas es un paso clave para la continuidad de la educación. Ya que con ello se avanzará a la recuperación de aprendizajes y, además, contribuirá a mitigar problemas sociales vinculados a la malnutrición, la violencia y el embarazo adolescente, entre otros.

También indica, que la perdida de conocimientos y habilidades puede ser muy grave con el cierre prolongado de las instituciones educativas, y que ya se ha demostrado con evidencia del ámbito internacional, que esta situación puede afectar a una generación completa en el corto, mediano y largo plazo.

Respecto a México, de acuerdo con datos de la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente 1.5 millones de niños, niñas y adolescentes de entre 3 y 18 años no se reinscribieron en el ciclo escolar 2020-2021 por causas relacionados con la pandemia. Y se espera que este año se mantengan esos datos debido a los problemas económicos y el desempleo que ha afectado a las familias como consecuencias directas de la pandemia.

Sobre la salud emocional, Alfredo Villar Jiménez, fundador y presidente de la Asociación Nacional para el Fomento Educativo, enfatizó la importancia del regreso a clases durante el EF Meet Point Virtual denominado “Regreso a Clases ¿Decisión de quién?”, argumentando que: “es muy importante regresar a clases porque llevamos ya año y medio en confinamiento lo cual ha afectado a todos los estudiantes, cerca de 37 millones de estudiantes han sido afectados fuertemente en su salud mental, emocional y social; hay un gran problema”. Por otro lado, Astrid Hollander, Jefa de Educación de UNICEF México, subrayó que: “los 14 meses en los que las escuelas permanecieron cerradas han afectado negativamente la educación de 25.4 millones de estudiantes de educación básica y 5.2 millones de educación media superior en México; lo que compromete no sólo su derecho a la educación, como principio, sino su presente y su futuro”.

Respecto al tema de garantizar el derecho a la educación, Clara Martínez escribió en su artículo

¿Pueden los padres dejar de llevar al colegio a sus hijos por miedo a la COVID-19? que: “no llevar al niño al colegio por miedo al contagio no parece ser, por si sola, una razón suficiente para privar al niño de su derecho fundamental a la educación, por muy bienintencionada y humanamente comprensible que sea”.

Y comenta que, “en particular, es imprescindible garantizar el derecho del niño a la educación. Ya que la educación permite el desarrollo holístico de la personalidad del niño, le da herramientas para superar limitaciones y reducir desigualdades, supone una oportunidad para el esparcimiento, el juego y la socialización del niño, procura un entorno protector y de cuidado, promueve el respeto y la participación del niño y lo prepara para su vida adulta de acuerdo con un marco ético y de valores democráticos.”

“La educación persigue el desarrollo holístico del niño hasta el máximo de sus posibilidades, su integración en la sociedad y su interacción con otros. La escolarización es necesaria para satisfacer el derecho a la educación del niño, pero es también un medio para la realización de otros muchos derechos imprescindibles para el desarrollo integral al que también el niño tiene derecho.”

Al volver a las aulas de manera presencial se debiera promover y facilitar en la medida de lo posible: 1) la implementación de estrategias de enseñanza práctica para remediar aprendizajes perdidos en este casi año y medio atípico que vivieron; 2) un ciclo escolar que integre y complemente los conocimientos básicos necesarios que se tenían como objetivo en el ciclo escolar pasado de acuerdo al grado o nivel escolar, que en teoría y en muchos casos atropelladamente, lograron finalizar; pero SOBRE TODO y como el objetivo más importante 3) CUIDAR LA SALUD EMOCIONAL Y MENTAL DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES, a través de estrategias enfocadas a ayudarles a comprender mejor lo que hemos vivido como sociedad y lo que estaremos viviendo en los próximos años como resultado de este gran cambio en nuestras vidas.

La salud física es lo primero, y eso es indiscutible; pero la salud emocional y mental lo son por igual. El sector educativo lo está teniendo en cuenta. El reto principal para la educación en México es la salud emocional y mental de los estudiantes, cuidar del futuro de nuestro país; y las estrategias y planes para mejorar la enseñanza vendrán después.

Casi un año y medio después, el regreso presencial a clases ya es una realidad en México. Voces a favor y voces en contra han desatado un debate abierto respecto a qué es lo mejor para los alumnos y las familias con esta decisión. Hay riesgos, sí; hay ventajas, también. Cada familia es libre de decidir qué prefiere en el entendido de que eso será lo mejor para sus hijos. No obstante, queda para la reflexión que quienes enfrentarán nuevamente una enorme carga laboral, emocional y mental serán los maestros y docentes, que deberán velar además por la correcta y efectiva aplicación de los lineamientos y protocolos de sanidad establecidos para un “retorno seguro a las aulas”. Convivir y sobrevivir a la simultaneidad de los alumnos presenciales y los alumnos en línea. Se requerirá de las distintas comunidades escolares MUCHA EMPATÍA para transitar con éxito este enorme reto para el sistema educativo mexicano ante este regreso a clases.

Fuente:

https://pulsoslp.com.mx/opinion/mas-retos-para-el-sistema-educativo-mexicano-ante-este-regreso-a-clases/1361448

Fuente de la Imagen:

Gobernador de Jalisco propone regreso a clases presenciales para el 25 de enero

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