La brecha educativa y digital por cerrar
Por Samantha Vásquez
México actualmente sigue siendo un país de brechas de desigualdad. Las condiciones de pandemia agudizaron los problemas que se habían venido mencionando durante años: brecha digital, acceso a servicios educativos, de salud, información, etc.
Si bien, en el ámbito tecnológico, la pandemia funcionó como un potenciador para el desarrollo de nuestro país, una parte de la población no pudo tener acceso a herramientas que permitieran seguir el paso de este desarrollo; especialmente en el ámbito educativo.
De acuerdo con datos proporcionados por el INEGI, 5.2 millones de niños, adolescentes y jóvenes de entre 3 y 29 años, no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021 como consecuencia del COVID-19 y por motivos económicos.
Además de esto, la UNAM refiere que de estos 5.2 millones, 3 millones se encuentran aún en edad de educación básica, de los cuales 1.3 millones desertó de la escuela a causa del COVID-19 y 1.6 millones por falta de recursos económicos; y 3.6 millones no se inscribieron debido a que tenían que trabajar.
Como consecuencia de la nueva modalidad en línea, la deserción del 21.9 por ciento de los 5.2 millones no inscritos para el ciclo escolar se debió a que no contaban con las herramientas necesarias para tomar clase: computadora, celular, Tablet o internet.
A pesar de la gravedad de la situación, en términos presupuestales, los proyectos principales y programas sociales no están enfocados en resolver el problema educativo; lo cual es alarmante debido a que hasta hace unos meses las escuelas seguían cerradas y eso implica un rezago educativo muy grande.
De acuerdo con los datos analizados por la organización Alianza contra la Desigualdad, los proyectos con mayor presupuesto para 2022 son: la Guardia Nacional, el Tren Maya, infraestructura hidroagrícola, agua potable y saneamiento, construcción de carreteras y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
En cuestión de programas sociales, los que tienen mayor presupuesto corresponden a Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, La Escuela es Nuestra, Adquisición de Leche Nacional, Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad y la Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez.
No obstante, tal y como menciona la organización, del porcentaje de personas en situación de pobreza, en el caso de pobreza extrema sólo el 43 por ciento es beneficiada; de personas en un sector pobre, sólo el 39 por ciento y en situación no pobre 27 por ciento.
Así, es necesario nuevamente analizar las prioridades presupuestales para redistribuir el mismo, de forma que resuelva las necesidades educativas del país. Es grave la situación de invertir en un país militarizado sin acceso a la educación.
La educación, junto con otras condiciones fundamentales de vida, tienen que ser propiciadas por el Estado como seguridad y acceso a servicios básicos, entre otros; los cuáles son la base para avanzar hacia un futuro que apueste por el progreso tanto individual como colectivo.
Sin embargo, sin una base que pueda desarrollar el potencial de las infancias y juventudes en el espacio donde busquen formarse, condena al país a estancarse en un futuro de personas poco críticas que no puedan hacer frente a aquellas personas que detentan el poder y buscan usarlo para su propio beneficio.
Por lo que es de vital importancia poner atención de manera prioritaria al acceso a la educación y garantizar una educación de calidad, que sea un parteaguas en la vida y futuro de los y las estudiantes, ya que son ellos y ellas quienes serán los líderes del mañana.
Fuente:
https://www.e-consulta.com/opinion/2021-11-11/la-brecha-educativa-y-digital-por-cerrar
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