Libro: Educación Superior y Pandemia en Iberoamérica

Publicado: 26 enero 2022 a las 6:43 pm

Categorías: Educación

Libro: Educación Superior y Pandemia en Iberoamérica

Compiladores: Dr. Axel Didriksson Takayanagui y Dra. María Magdalena Sarraute Requesens

Primera edición, 10 de diciembre de 2021
D. R. © 2021 Universidad Nacional Autónoma de México
Ciudad Universitaria, 04510, Ciudad de México.
Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán
Comité Editorial
Coordinación de Comunicación y Extensión Universitaria
Departamento de Publicaciones Académicas
Km 2.5 carretera Cuautitlán-Teoloyucan,
San Sebastián Xhala, Cuautitlán Izcalli, Estado de México, 54714.
http://www.cuautitlan.unam.mx
ISBN 978-607-30-6291-6
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio
sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
Reproducido y hecho en México.
Libro con arbitraje doble ciego (double-blind)
Axel Didriksson Takayanagui y María Magdalena Sarraute Requesens
Diseño de portada: Sergio Quino Bernal
Diseño editorial: Alma Elisa Delgado Coellar
Corrección de estilo: Jesús Pérez Balbuena


RESUMEN

En este trabajo los autores disertan, desde la educación superior en distintos países de América Latina y de España, respecto de la pandemia provocada por el COVID-19. El abordaje es crítico y no se repara en falsas expectativas, ya que se ha ingresado a una nueva fase histórica en donde hay diferencias, salidas emergentes; pero también nuevas conformaciones sociales y grupales que se han organizado en este nuevo ambiente “infectado”. Este abordaje va desde el cuestionamiento de un sistema universitario que se ha volcado hacia lo virtual, sin considerar a millones de personas, estudiantes y profesores, que no cuentan con las condiciones para mantenerse activos y partícipes en estas plataformas. Esta fue la salida, pragmática y tecnocrática, que sigue alentando las ganancias de los grandes corporativos tecnológicos (y para el sistema de salud, de las farmacéuticas transnacionales), sin que se haya aprovechado la coyuntura para producir alternativas sustentadas en nuevos conocimientos, en la innovación académica, en la inclusión social más amplia, en la incidencia y el mejoramiento de las comunidades marginadas y desplazadas por estos sistemas de tecnologías instruccionales. Aquí se cuestiona esta salida limitada y buena para una minoría poblacional, porque solo fortalece la tendencia hacia la universidad empresa, en pro de la mercantilización de la educación superior que conlleva mayor exclusión y desigualdad. Al final, los autores presentan propuestas y elementos que pueden llegar a conformar una estrategia de futuro para una salida que tome en cuenta a las mayorías, sobre todo a los más pobres y desplazados del sistema educativo y universitario.

Prólogo

Esta pandemia que nos ha traído el virus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, ha representado algo inédito, algo a lo que el Homo sapiens no se había enfrentado y es que, si bien han ocurrido otras pandemias en otros momentos de la historia humana incluso igual o más letales que esta, nunca se había padecido alguna simultáneamente en todo el planeta. Esta pandemia es un producto más de nuestro mundo moderno y su modelo de economía neoliberal globalizada.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) (Julio 2021) ha señalado que se padecen tres crisis concatenadas: la sanitaria, que lamentablemente ha ocasionado al día de hoy casi 4,000,000 de muertes en todo el mundo; la económica, que ha generado un impacto que, como siempre, afecta a los más vulnerables del planeta, es decir, los más pobres, y, finalmente, la educativa, en este rubro la ONU también ha dicho que si la docencia sigue operando en línea, tal situación será una tragedia para la actual generación en todos los niveles educativos.

Distintos pensadores y filósofos, entre ellos parafraseando a Enrique Dussel (UAM-2020), han señalado que el virus y la pandemia representan un severo y crítico mensaje a la humanidad. Este autor, habla de la ética de la vida, señala que la modernidad y su neoliberalismo han ido en contra de la naturaleza y de la vida;  de manera brillante hace una metáfora de la situación actual con una partida de ajedrez, donde la aparente pieza más sencilla, como lo es el peón, le pone un jaque al rey, así hoy la naturaleza en el virus representada, le pone un jaque a la humanidad, que, si no mueve todas las piezas a su alcance, teniendo como prioridad la vida, sufrirá el inminente jaque mate.

De esta manera, si uno reflexiona, qué actor y  qué institución de la sociedad y del Estado es la que debe alertarnos de esta importante partida, que hoy como humanidad nos toca jugar, creemos que corresponde hacerlo a la educación en todos sus niveles, porque esta nos permitirá retomar nuestra humanidad (que el neoliberalismo nos ha pretendido quitar), realizar los mejores movimientos que nos lleven no solo a superar el jaque mate, sino a salir vencedores y poder tener un mundo sustentable, libre de patriarcados, injusticias y racismos.

En ese contexto cobra relevancia este libro, que relaciona precisamente la educación superior con las condiciones que se han presentado durante la pandemia. Esta obra nos muestra de qué forma, sobre todo en gran parte de Latinoamérica y más concretamente en Argentina, Brasil, Costa Rica, El Salvador, Ecuador, Colombia, Venezuela, México; pero también en España, se ha vivido o padecido la pandemia, situación que prácticamente ha impactado a todas las universidades y que nos ha llevado de manera obligada a transitar del modelo presencial al modelo de enseñanza en línea y virtual.

Con autores de amplia experiencia y trayectoria en torno al pensamiento crítico y la educación, coordinados por Axel Didriksson, se configura la obra, en la que cada uno de ellos ha colocado su impronta original ya sea disertando de manera singular, como lo hace Freddy Álvarez, en su tema de cómo la Globalización se Desgrana, señalándonos con una prosa excelsa, cómo la pandemia ha agudizado las ya profundas desigualdades sociales, incluida la educación con todo y las tecnologías de la información, que sin lugar a dudas, además de no ser la mejor herramienta del aprendizaje, no ha estado al alcance de los sectores menos favorecidos de las sociedades latinoamericanas.

Este libro muestra un recorrido que nos presenta situaciones de una coyuntura inédita, tanto en la de un contexto europeo como en la de países de nuestra región que viven la pandemia y su impacto en la educación superior en contextos diferentes, de la mano de las y los investigadores que han realizado estudios de caso que nos llevan por Argentina, Brasil, Costa Rica, El Salvador, Venezuela, Colombia y España, como ya se ha mencionado.

Carmen Márquez, nos muestra que aún en Europa, en un país con un mayor nivel de desarrollo, la pandemia también ha agravado la brecha digital afectando claramente la igualdad de oportunidades. El Sistema Universitario Español (SUE), desde el pacto de Bolonia en 1994, forma parte del Espacio Europeo de Educación Superior y es un escenario en el que la pandemia afectó no solo la enseñanza presencial, sino también la investigación y la movilidad en España; esto porque al establecerse una “modalidad virtual de emergencia”, a pesar de la posibilidad de generalizar el uso de las plataformas de aprendizaje, derivó en enormes problemas para ofrecer equipos y conexión de internet a toda la comunidad universitaria. Aunque el SUE tiene como compromiso el favorecer la equidad en el acceso de todos los sectores estudiantiles españoles, este ha dado muestras de ampliar las profundas inequidades, que ya estaban presentes aún antes de la pandemia, afectando a los sectores más vulnerables y de menos recursos económicos y, desde luego, ahora ante la presencia de la COVID-19, esto se ha agudizado.

En Latinoamérica, se muestran dos países, donde las y los investigadores señalan importantes desatenciones de sus gobiernos, tanto en lo referente al problema de salud como al educativo, como nos lo muestran Celia Elizabeth Caregnato y Bernardo Sfredo Miorando, para Brasil, y Freddy Álvarez para Ecuador. Brasil, como bien sabemos, es uno de los países más afectados por la pandemia y parte de ello, se señala, es resultado de la insensibilidad del gobierno y de los ministerios de salud y educación. Con ello, también en estos países, la pandemia sin duda ha profundizado las desigualdades y la precariedad de las comunidades educativas. Para Ecuador, nos dice Freddy Álvarez: “la fantasía del capitalismo tardío ha pretendido instalar la digitalización como el sueño del futuro inmediato”. Lamentablemente, en esa perspectiva el actual gobierno de Ecuador considera a la educación pública como un despilfarro para la economía y, en el contexto de la pandemia, además de las afectaciones antes señaladas, ha generado que el 10 % de los docentes del sistema educativo y el 30 % del personal universitario estén en riesgo inminente de despido en el corto y mediano plazos. Tristemente esas concepciones y consecuencias atentan contra la educación como un derecho humano.

En Costa Rica, Carmen Caamaño, nos dice que la Universidad que enfrenta la pandemia no está preparada para el cuidado de la vida y dista mucho de garantizar sus principios de humanismo, democracia o autonomía. La pandemia nuevamente ha afectado al sector estudiantil de menores recursos y a los trabajadores, principalmente de servicios y del sector docente de tiempo parcial.

También en Centroamérica, Luis Armando González y Carlos Mauricio Hernández hablándonos del impacto de la pandemia en la educación en El Salvador, donde, a consecuencia la COVID-19, se dictó un “Estado de Emergencia Nacional, Estado de Calamidad Pública y Desastre Natural”. Al igual que en todos los países, en El Salvador, se suspendió la enseñanza presencial y, abruptamente, se migró al uso del internet, la televisión y la radio como herramientas de enseñanza, para lo cual no se estaba preparado, a pesar de que en el país salvadoreño se cuenta con 23 universidades privadas por solo una universidad pública.

Como tendencia general, la excepción no ha ocurrido tampoco en Colombia, como nos lo muestra Andrés Felipe Mora, cuando la llegada de la COVID-19 ha puesto al desnudo las desigualdades que han provocado efectos desproporcionados, sobre todo entre la población más vulnerable: el 89 % de las defunciones provocadas por la pandemia, se concentran en los sectores menos favorecidos socioeconómicamente. Apenas en el segundo semestre de este año ya se tenía una deserción estudiantil del 25 % y, nuevamente se señala, en Colombia la educación nunca ha sido democrática dado que solo el 43 % tiene acceso a internet y el 17 % de colegios rurales cuenta con conectividad, cuando, por si fuera poco, las universidades públicas acumulan fuertes desfinanciamientos de parte del actual gobierno.

María Magdalena Sarraute, Marianicer Figueroa y José Alberto Peña, muestran los resultados de un interesante trabajo de investigación sobre el tema, realizado en Venezuela, que comprendió de enero de 2020 a marzo del actual 2021. La educación en ese país es pública, gratuita y obligatoria, es un derecho humano y deber social que tiene como objetivo potenciar el desarrollo creativo del ser humano. Se tienen universidades de carácter oficial, de gestión pública y privada. Ante la pandemia se pasó de forma emergente a la modalidad a distancia, buscando implementar “en cada familia una escuela”. Sin embargo, la inestabilidad del servicio eléctrico y de conectividad en el país (en algún momento el internet en Venezuela llegó a ser el segundo más lento del mundo), han traído grandes retos para poder cumplir los objetivos de la educación. La situación política y económica, junto con las constantes y fuertes devaluaciones del bolívar, han mermado el de por sí precario ingreso del profesor venezolano, generando una progresiva descapitalización del cuerpo docente. A pesar de todas estas calamidades, que se presentaban incluso antes de la pandemia, es de reconocerse y de admirarse el esfuerzo del docente venezolano que ha buscado apoyar la formación universitaria para gestionar actividades síncronas y asíncronas, usando diversas tecnologías, por lo que, al final de la investigación de este caso nacional, las y los autores subrayan la necesidad de un cambio de paradigma y de nuevos modelos educativos ante el uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Contrario a Brasil y Ecuador, se muestran los casos de Argentina y México, en donde las condiciones de crisis se han presentado en el marco de la tendencia de gobiernos de carácter progresista.

Damián Del Valle y Daniela Perrotta, de Argentina, nos muestran un enfoque que destaca las perspectivas del actual gobierno que, frente a la pandemia, señalan, a pesar de que no se estaba preparado para el obligado paso a la virtualidad, se pudo mostrar un abierto interés ante esta situación, con el fin de buscar equilibrar las desigualdades. En este caso de estudio, se reconocen cuestiones macro y micropolíticas de la Educación Superior. Así mientras que la Educación Virtual (EV), principalmente promovida por la escuela privada, ha conducido a la lógica mercantil, la pandemia puso al sistema educativo público casi en su totalidad frente al desafío de reconocer que la EV no puede ser liderada por el sistema privado y que tiene un importante potencial democratizador, cuando su desarrollo se encuentra guiado por los principios de que la Educación Superior es un bien público y un derecho humano.

En el caso de México, Axel Didriksson, nos muestra que el actual gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que asumió el gobierno tras una votación masiva histórica en julio del 2018, se propone un profundo deseo de cambio de rumbo, a tal magnitud que, desde el inicio esta administración, se autonombró como la cuarta transformación histórica en el país, para enfrentar las terribles condiciones de una nación en desgracia, con una desigualdad impresionante: más de 50 millones de mexicanos en pobreza y un puñado de empresarios que se han enriquecido de manera sistemática; esto a la par de un sistema educativo que había pasado por un verdadero remedo de reforma educativa, que nunca tomó en cuenta a los docentes y tuvo un fuerte impulso mercantil visible en el crecimiento del número de escuelas privadas. Sin embargo, cuando aún no se podían discutir e implementar estrategias pedagógicas innovadoras y de gestión de los conocimientos de las ciencias, de las humanidades, del arte, de las ciencias sociales y la tecnología, buscando generar una real reforma educativa con el nuevo gobierno, nos cayó, como dice Didriksson, “el chubasco infectado”.

Ante ello, la secretaria de Educación Pública (SEP) en atención a la recomendación del cierre de escuelas, pasó a las clases a distancia por internet y televisión; pero dejó de lado, casi de manera generalizada, que se había legislado un nuevo artículo Tercero Constitucional, para buscar construir “la nueva escuela mexicana” y enfrentar el hecho de que se tiene una población donde solo el 56 % cuenta con conectividad y una computadora; pero con la pandemia, lo que más se ha afectado es la adquisición del conocimiento, ante las limitaciones para ofrecer alternativas desde la virtualidad de manera creativa y expansiva. En esta crisis, quienes se han visto beneficiados, no obstante, han sido las compañías farmacéuticas y las plataformas de enseñanza a distancia y digital, lo cual ha propiciado que, con la pandemia, al igual que en todos los países, en México se profundizara la segmentación y la desigualdad social en la educación superior.

Finalmente, Axel Didriksson, a manera de reflexión, con el nombre de “La Reconstrucción del presente para un futuro alternativo”, nos muestra que es ahora necesario impulsar nuevas estrategias para enfrentar y construir nuevas plataformas tanto socioeconómicas, emocionales y educativas que sean la génesis de un proceso de transición hacia otro régimen de organización social y educativo, que evite la reproducción del modelo neoliberal del mercado que profundiza las condiciones de desigualdad ya existentes, en donde también deba considerarse una perspectiva global, dada la naturaleza mundial de la pandemia, que cuente con los recursos sustentados en los impuestos de los más ricos y de las compañías que se han beneficiado de manera generosa con la pandemia.

Este libro, pues, busca aporta muchas reflexiones y elementos que sin duda ayudan a desarrollar una perspectiva original para que, en esta partida definitiva del ajedrez en la que jugamos todas y todos los humanos, se pueda evitar que el jaque al rey sea letal.

Dr.  José Francisco Montiel Sosa

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