Publicado: 20 marzo 2022 a las 10:00 pm
Categorías: Artículos
Se cumplen ahora dos años del estallido de la crisis del COVID-19, con el cierre de los colegios, que en algunos países ha supuesto de facto la pérdida de dos años enteros de clases y colocar a toda una generación de niños y niñas en una situación dramática. Con motivo de este aniversario, la Fundación Cotec para la innovación y el centro de políticas económicas EsadeEcPol, han publicado el primer trabajo realizado en España sobre los efectos de la pandemia en el aprendizaje. Consta de dos estudios, el primero sobre la perdida de aprendizaje en alumnos de 2º de la ESO en el País Vasco y el segundo sobre las políticas y prácticas para afrontar esa pérdida de aprendizaje.
Hoy les resumiremos el primero de esos informes y mañana les ofreceremos el segundo.
El estudio sobre la pérdida de aprendizaje ha sido realizado por el Instituto Vasco de Evaluación Investigación Educativa (ISEI- IVEI). Su gran ventaja sobre otros es que hace años que monitoriza la situación de la educación en Euskadi, con pruebas tipo PISA que se repiten en el tiempo. Eso ha permitido comparar los resultados de las mismas pruebas realizadas a alumnos de 4º de primaria en 2015 y 2º de la ESO en 2019, es decir, antes de la pandemia, con los de 4º de primaria en 2017 y 2º de la ESO 2021. La diferencia de aprendizaje de los alumnos de 2º de 2021, respecto de los alumnos de 2019, es decir, la diferencia de las diferencias de la evolución de las dos cohortes, entre Primaria y ESO es lo que los investigadores toman como pérdida de aprendizaje.
Los resultados muestran pérdidas de aprendizaje importantes para estudiantes de 2º de ESO en Euskadi en marzo de 2021, un año después del cierre escolar. En matemáticas se perdió el equivalente al 25% de un año de aprendizaje, en euskera un 15%, mientras que en castellano no solo no hubo pérdida de aprendizaje, sino que hubo mejoría.
Sin embargo el estudio subraya que la magnitud de la pérdida observada en marzo de 2021 es inferior a la de otros países en junio o septiembre de 2020, aproximadamente la mitad. Esto puede explicarse, precisamente, por una recuperación parcial de la pérdida de aprendizaje tras la eficiente reapertura de los centros educativos, muy superior a la del resto de los países OCDE. España fue el 4º país de la organización con menos días de cierre escolar por culpa del COVID.
El estudio explica que dada la similar política de cierre y reapertura escolar en las CC. AA., es de esperar que la magnitud de la pérdida de aprendizaje sea similar en otras.
El análisis por tipo de escuelas y alumnado revela en primer lugar, que las principales diferencias tienen que ver con el centro. Para los autores, más del 95 % de la variación en la pérdida de aprendizaje se explica por las variables relacionadas con la escuela.
Así, según el estudio, las escuelas de titularidad pública concentran la mayor parte de la pérdida de aprendizaje del alumnado, independientemente del nivel socioeconómico del centro. Según el estudio, cuando cuando se comparan dos centros del mismo nivel socioeconómico uno público y el otro concertado, hay una pérdida de aprendizaje muy superior en el centro público.
La titularidad de los centros explica en mayor medida las diferencias de oportunidades de aprendizaje remoto durante el confinamiento, que el nivel socioeconómico del alumnado. En este sentido, el estudio cree que la escuela concertada parte con ventaja respecto a la escuela pública: esto es, dos centros educativos con misma composición social, pero diferente titularidad, parecen haber reaccionado de forma muy distinta durante el confinamiento.
Dentro de las escuelas concertadas, el estudio también ha detectado que aquellas con un nivel de aprendizaje previo más bajo también presentan pérdidas de aprendizaje significativas.
Al analizar el alumnado de un mismo centro se observa que se reduce la desigualdad en los resultados dentro de la escuela. Así el alumnado con mejores resultados en 4º de Primaria exhibe una pérdida de aprendizaje mayor que aquellos que tuvieron peores resultados. Los autores del informe sugieren que esto se podría deber a las medidas de compresión curricular que adoptaron los centros educativos durante el confinamiento y la reapertura. Donde no se encuentran diferencias de pérdida de aprendizaje entre el alumnado es en función de su nivel socioeconómico.
En términos de bienestar del alumnado y actitudes hacia la escuela, el estudio señala que el alumnado socialmente más desfavorecido, el de menor nivel de aprendizaje previo y los chicos, sufrieron un deterioro mayor de su bienestar socioemocional durante la pandemia.
En resumen, el estudio concluye que una reapertura escolar eficaz es, a su vez, una buena política para recuperar la pérdida de aprendizaje y es la mejor forma de responder al alumnado que más lo necesita.
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