Publicado: 21 marzo 2022 a las 4:00 pm
Categorías: Artículos
Les ofrecemos hoy la segunda parte del trabajo realizado por la Fundación Cotec para la innovación y el centro de políticas económicas EsadeEcPol, que han publicado el primer trabajo realizado en España sobre los efectos de la pandemia en el aprendizaje y cómo se está afrontando por las administraciones y los centros escolares. En la primera entrega les ofrecimos el estudio que analizaba la pérdida de aprendizaje en alumnos de 2º de la ESO en el País Vasco, y hoy el que analiza las políticas y prácticas necesarias para hacer frente a dicha pérdida de aprendizaje experimentada por todo el alumnado.
Los autores del informe afirman que “la pérdida de aprendizaje es, en términos de política y práctica educativa, el fenómeno más directo, urgente y necesario al que enfrentarse tras la pandemia”.
Este estudio, el quinto de la serie “COVID- 19 y Educación” analiza qué respuestas se están formulando, en términos de políticas públicas, para afrontar la pérdida de aprendizaje. A partir de documentos oficiales, planes, normativas, etc., tanto a nivel nacional como internacional, se resumen líneas de actuación comunes en torno a cómo las Administraciones públicas han abordado la pérdida de aprendizaje derivada de la situación de pandemia y el cierre de las escuelas.
Existe una tendencia clara a incluir en los programas aspectos socioemocionales del aprendizaje con el objetivo de minimizar no solo los efectos académicos de la pandemia, sino también los vinculados con el bienestar del alumnado.
Tanto a nivel nacional como internacional, hay coincidencia en que las tutorías de refuerzo individualizadas o en pequeños grupos suponen la medida más eficaz en términos de recuperación y refuerzo educativo. Pero a nivel nacional, y a pesar del marco común que ofrecen los PROA+, existen pocos programas de tutorías en las comunidades autónomas que estén estructurados, y sean sistemáticos, continuos y organizados.
El profesorado, a pesar de ser un elemento clave en los programas de refuerzo, no tiene una presencia clara en la formulación de las medidas: no se evidencia una apuesta por su formación en materia de atención a la diversidad, metodologías inclusivas, nuevos marcos de evaluación o programas de refuerzo.
Existe una percepción creciente de que el refuerzo educativo tiene una dimensión no solo individual, el alumno, sino que precisa también de la comunidad, especialmente en entornos vulnerables. Por ello, hay un incremento de los programas dirigidos a familias, y de las colaboraciones con el entorno.
El refuerzo se entiende desde las políticas educativas como un elemento ajeno al funcionamiento de los centros educativos: subyace la idea de que las actuaciones de refuerzo educativo son de naturaleza fundamentalmente extraescolar, y desde esa perspectiva se diseñan las medidas de actuación. En cuanto a materias, el trabajo se centra en el refuerzo de las asignaturas de lengua y matemáticas.
La mayoría de los programas de refuerzo están centrados en Educación Primaria y Secundaria Obligatoria, olvidando otras etapas educativas.
El análisis muestra, tanto a nivel nacional como internacional, que hay grandes ausencias en el diseño de medidas.
Por ejemplo, la Formación Profesional es la etapa más olvidada. La FP se ha visto doblemente afectada, ya que a las restricciones en los entornos escolares, se han sumado las limitaciones en los lugares de trabajo. Sin embargo, pocos planes han integrado acciones específicas orientadas a esta etapa y sus necesidades.
En España, destacan positivamente Baleares, que cuenta con un programa específico dirigido a Formación Profesional Básica y Ciclos Formativos de Grado Medio, orientado a recuperar aprendizajes perdidos y Castilla y León, que también incluye diversos programas relacionados con la Formación Profesional.
La evaluación y monitorización sigue siendo la gran asignatura pendiente en las políticas públicas en materia de educación durante la pandemia. Hay escasas medidas sobre prácticas pedagógicas: el refuerzo y la recuperación de aprendizaje se planifica como un elemento paralelo al funcionamiento de los centros. Y las medidas de refuerzo se diseñan desde la percepción de que es un área de intervención fundamentalmente extraescolar.
El estudio incluye la propuesta de una estrategia de recuperación de aprendizaje articulada en torno a seis líneas de actuación:
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