¿Cuántas lecciones necesita la industria educativa para entender Edtech?
Por Eduardo Navarrete
“Cerrar los ojos, cambiar esta manera de ver por otra y así despertar la facultad que todo el mundo posee pero que pocos utilizan”, pide Plotino, sin explícitamente apuntar al fenómeno de la conciencia.
Hay que cerrar los ojos para poder ver, cantaba Gustavo Cerati en “Caravana”, idea que toma prestada de Plotino, el filósofo griego y autor de las Enéadas.
“Cerrar los ojos, cambiar esta manera de ver por otra y así despertar la facultad que todo el mundo posee pero que pocos utilizan”, pide Plotino, sin explícitamente apuntar al fenómeno de la conciencia.
Este pensador que no celebraba su cumpleaños y eludía las charlas en torno a sí mismo cambió de vida antes de cumplir 30: decidió dejarlo todo en torno de la filosofía y trasladarse a Alejandría para aprender con los grandes.
Un proceso semejante, viven las instituciones académicas en este momento. Quienes comprenden el sustento de la revolución, mudan de piel con una apuesta compleja, riesgosa, pero que parece ser la única.
Un salto de fe
El proceso de reinvención que tiene enfrente la industria educativa difícilmente puede compararse con otro en su historia. La academia tiene que aprender tanto, en estos momentos, si lo que busca es evolucionar y mantenerse vigente.
Cuestionar sus métodos y procesos no es fácil para instituciones añejas con estilos y tradiciones que poco tienen que ver con la adopción de nuevas capas tecnológicas y con ellas, reimaginar su andar de punta a punta.
Por otro lado, las nuevas instituciones —con un pensamiento ágil en la entraña— podrían estar adoptando recursos tecnológicos en sus procesos de operación, lo que representaría un serio riesgo para el status quo del mercado educativo.
¿Pueden los vientos de EdTech mover las aguas de lo que parecía ser un territorio incuestionable? Tempestad, prevén los expertos, si no se toman acciones inmediatas.
¿Qué es EdTech?
Alumnos y profesores tienen más dispositivos y acceso a la tecnología que nunca. Y con lo que hay hasta el momento, basta para replantear la estructura académica y operativa de las instituciones como existen hoy. Su uso es intuitivo: hay plataformas reguladas con niveles de seguridad confiables y un caudal de beneficios que hacen la propuesta, incuestionable.
Era cuestión de tiempo, para que la oleada de transformación digital llegara a la industria educativa. Aún así, hay quienes la comprenden como una plaga o maldición que va cubriendo con una espesa y oscura capa, su paso.
En realidad, EdTech refiere a una práctica iterativa que aprovecha los recursos tecnológicos de gestión de nube, aprovechamiento de datos e inteligencia artificial —por mencionar solo tres pilares— que agregan a la disciplina de la enseñanza, una propuesta de valor inédita.
El impacto será tangible en prácticas como:
Un sistema pedagógico autogestionado
Creación de aulas virtuales con dispositivos IoT
Herramientas de aprendizaje blockchain
Procesos administrativos inmediatos y con variables predictivas
Incorporación de procesos de aprendizaje con experiencia visual (VR y AR)
Crecimiento de startups que apoyan el homeschooling
Del retail al salón de clase
Hasta ahora, la industria educativa había encontrado de manera dispersa herramientas colaborativas que nutrieron la experiencia del aprendizaje fuera de la escuela y la evidenciaron como factible: webinars, cursos online, Moocs, metodologías abiertas y herramientas virtuales de pedagogía.
Pero ya se había anticipado la inclusión de plataformas empresariales en el entorno académico. Un ejemplo es “Know Your Student” o “KYS”, un sencillo proceso de identificación mediante un formulario y una foto. La idea es verificar la identidad de los alumnos y su flujo de participación en diferentes espacios y momentos de la escuela.
Con un solo y ágil proceso, se ahorra una serie de levantamientos burocráticos que permitirán, por ejemplo, contar con registros de asistencia, calendarios escolares, medir afluencia de aulas físicas o virtuales, valorar carga de materias y desarrollar un historial académico con datos, entre otras posibilidades.
Este proceso parte de uno conocido como “Know Your Customer”, una validación remota de personas en la industria del retail.
Fuente:
¿Cuántas lecciones necesita la industria educativa para entender Edtech?
Categorías