Los pensados solemnes homenajes que López obrador pretendía rendir al ex presidente Franklin D. Roosevelt y a Luther King, al pie de sus memoriales ubicados cerca de la Casa Blanca, transmutaron a un masivo acto de apoyo al presidente.
Exaltó ambas figuras históricas de Estados Unidos, con respeto, pero sin los protocolos ceremoniosos típicos de este tipo de actos solemnes. La presencia de cientos de migrantes generó que hasta el estricto Servicio Secreto estadunidense se viera en aprietos ante la necesidad de la gente de ver de cerca al tabasqueño, tocarlo, dirigirle una palabra, llamar su atención o obtener una firma en alguno de los libros de su autoría.
“Paisanas, paisanos, conocer la historia es como la maestra de la vida. No todo lo que tiene que ver con Estados Unidos ha sido agravio. Hay, desde luego, momentos que no se olvidan, porque fueron como un gran agravio a nuestro pais. Pero también han habido momentos de ayuda mutua entre los pueblos, entre los gobiernos de México y de Estados Unidos”.
Ejemplificó desde el apoyo del presidente Abraham Lincoln al mandatario mexicano Benito Juárez y su defensa de la República contra la monarquía, y el desconocimiento del estadunidense del imperio de Maximiliano de Habsburgo.
Otro fue la posición progresista de Roosevelt para llevar trabajadores mexicanos como mano de obra luego que miles de ciudadanos de su país tuvieron que ir a la guerra.
Especial mención correspondió a Luther King, quien de acuerdo a López Obrador, es el mayor representante, junto a Mahatma Gandhi y Nelson Mandela , de la doctrina del amor al prójimo.
“Es partidario como el principal luchador social que ha existido en la tierra. Partidario de la no violencia, como lo fue Gandhi, Mandela y Martin Luther King. La enseñanza mayor que nos dejaron, en especial Luther King, es que si se puede una transformación para vivir mejor, para que haya justicia, que no haya discriminación ni racismo”.
Rememoró aquella histórica frase del luchador social: “Yo tengo un sueño” y conmino a todos los paisanos presentes a “seguir manteniendo ese sueño, esa utopía. Por nosotros y por los que vienen atrás”.
Junto a la familia de Luther King, el presidente valoró el trabajo de los migrantes y el empeño que ponen en sus trabajos y vidas allende las fronteras, muchas veces lejos de los suyos, lejos de si tierra y sus arraigos.
Así, el presidente cerró su agenda del día en la visita de trabajo que realiza a Washington. Previamente desayunó con la vicepresidenta Kamala Harris y más tarde tuvo una reunión bilateral con el presidente Joe Biden.
Mañana desayunará con empresarios de Mèxico y de Estados Unidos para motivar las inversiones.
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