Publicado: 23 julio 2022 a las 10:00 pm
Categorías: Arte y Cultura / Películas
Por Valentina Cisniega
La nueva cinta de los hermanos Russo para Netflix se estrenó este viernes con una gran recepción. The Gray Man es una película basada en la novela homónima de Mark Greaney. El título hace referencia a una cualidad tan deseable para un espía como difícil de encontrar en las películas contemporáneas sobre sus proezas: la capacidad de moverse por el mundo sin ser notado, tan poco notable que aquellos con los que interactúas te olvidan tan pronto como estás fuera de la habitación.
Sin embargo ese argumento apenas llega a la elegante adaptación de Netflix a cargo de Joe y Anthony Russo. El héroe principal interpretado por Ryan Gosling usa ropa que llama la atención y atrae el tipo de caos que cierra ciudades enteras. Un personaje secundario explica el valor de pasar desapercibido, pero incluso él tiene un vello facial único en un millón y vive en un edificio diseñado por Friedensreich Hundertwasser, un artista que hizo parecer manso a Gaudí. Si bien la película en sí misma puede resultar casi tan poco memorable como aparentemente quiere ser su héroe, es cualquier cosa menos discreta.
Como era de esperar, la película es más divertida cuando Gosling y Evans interactúan directamente a través de intermediarios. Se vuelve menos atractivo en las escenas dentro de los centros de comando, viendo a los oficiales de inteligencia tratar de «limpiar el desastre».
En conclusión, The Grey Man se puede catalogar como un retroceso espiritual a las películas de acción de los años 80 y 90, con escenas de lucha trepidantes, diálogos súutilmente cursis y un villano perversamente divertido. Netflix cumple con The Grey Man como un juego de espías desgarrador y protagonizado por actores del gusto del público.
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