Se requiere facilitar el desarrollo de las destrezas del estudiante del siglo XXI, principalmente las competencias que involucran el pensamiento crítico y la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación y la colaboración, para lo que son necesarias las cualidades del carácter, la curiosidad, la iniciativa, la persistencia, la adaptabilidad, el liderazgo y la conciencia social, cultural y ecológica. Pese a la importancia que cada una de estas habilidades tiene para el éxito profesional de los jóvenes, la mayoría de los alumnos no adquieren estas competencias, y esto se refleja en la imposibilidad que padecen las empresas para encontrar trabajadores cualificados, creativos e innovadores.
Una revisión detallada de los planes estratégicos de educación desarrollados e implementados desde el año 2000, y que se ajustan a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles que fueron aprobados en Panamá, indica que el país ha destinado grandes cantidades de los recursos en cumplir con las metas que se han asociado con la mejora de la educación: la ampliación de la cobertura educativa, el desarrollo de planes de inclusión, el fortalecimiento del sistema administrativo, entre otras.
Se ha trabajado en los últimos años en planes de contingencia para enfrentar la epidemia del SARS CoV- 2 para todos los centros escolares y el retorno a los mismos, así como algunos programas para la prevención del suicidio y acoso escolar; sin embargo, para mejorar las capacidades del estudiante que le permitan aprovechar y utilizar para su beneficio las herramientas y plataformas tecnológicos, aún hay mucho trabajo que hacer.
La Unesco sostiene la importancia de la educación artística como transformadora de sistemas educativos y que permite brindar respuestas a los problemas sociales.
Para el año 2010 se desarrolló la agenda de Seúl, que son los objetivos para el desarrollo de la educación artística en donde participan 95 países del mundo, que se reunieron para desarrollar diversas temáticas del tema de educación artística y acercamiento a la cultura.
Retomando las experiencias que nos ha dejado el periodo crítico de cuarentenas, en muchos países las artes en sus diversas disciplinas surgieron como protagonistas para brindar apoyo a la salud mental de los individuos y lanzó un gran reto a los sistemas educativos porque en algunos países como el nuestro, varias materias de educación artística fueron eliminadas del currículo, y sustituidas por otras, dejando en orfandad la formación de habilidades y destrezas como la creatividad y la innovación, tan solicitadas en estos tiempos.
Se requiere facilitar el desarrollo de las destrezas del estudiante del siglo XXI, principalmente las competencias que involucran el pensamiento crítico y la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación y la colaboración, para lo que son necesarias las cualidades del carácter, la curiosidad, la iniciativa, la persistencia, la adaptabilidad, el liderazgo y la conciencia social, cultural y ecológica.
Panamá necesita una plataforma de datos sobre el valor del arte en la educación, con investigaciones que permitan conocer la situación actual, y de igual manera aprovechar el incremento de la promoción de economías creativas.
Fuente: https://www.laestrella.com.pa/nacional/220728/formacion-integral-estudiantes-educacion-basica