Publicado: 2 agosto 2022 a las 6:00 am
Categorías: Noticias Asia
Amnistía Internacional (AI) ha denunciado la «asfixiante represión» a la que están sometidas las afganas desde la toma del poder por los talibanes hace casi un año.
Los talibanes «están devastando las vidas de las mujeres y las niñas de Afganistán con la represión de sus derechos humanos», al privarlas de educación, trabajo y libre circulación en las calles, ha afirmado AI en un informe titulado «Muerte a cámara lenta: mujeres y niñas bajo el control talibán» y publicado recientemente.
La organización ha detallado en el documento el deterioro de los derechos de las mujeres y niñas en Afganistán, donde se enfrentan a casos de violencia machista, detenciones por normas opresivas y discriminatorias, el cierre de escuelas o la imposibilidad de trabajar, además de matrimonios forzados a edades muy tempranas.
«Menos de un año después de la toma del poder por los talibanes en Afganistán sus draconianas políticas han privado a millones de mujeres y niñas de su derecho a una vida segura, libre y plena«, ha remarcado la secretaria general de AI, Agnès Callamard.
Pese a que los islamistas prometieron respetar los derechos de las mujeres, siempre bajo la sharía o ley islámica, la represión ha ido ganando terreno a las afganas, que han sido hostigadas y sometidas a «abusos, detenciones y reclusiones arbitrarias, desapariciones forzadas, y torturas físicas y psicológicas» por salir a las calles a protestar por sus derechos, ha indicado el escrito.
Las mujeres arrestadas en manifestaciones, según AI, «no tenían acceso a comida, agua, ventilación, productos de higiene y atención médica adecuados» y para obtener la libertad eran obligadas «a firmar un acuerdo en el que se comprometían a no volver a protestar y a no hablar en público de sus experiencias en detención, ni ellas ni sus familiares».
Según la organización, cada vez son más las mujeres y niñas que ingresan a un centro de detención por infracciones discriminatorias como salir de casa sin el acompañamiento de un mahram (varón de la familia) o por ir por la calle con un hombre que no pertenece a su entorno familiar.
AI también ha detectado un aumento de los matrimonios precoces y forzados, achacados a la severa crisis humanitaria y económica que azota al país tras la llegada al poder de los fundamentalistas y a la falta de perspectiva para el futuro de las jóvenes, que desde la vuelta al poder de los talibanes no han vuelto a sentarse en los pupitres de las escuelas de educación secundaria.
En el ámbito universitario, «el hostigamiento de los talibanes a las alumnas -así como las restricciones impuestas a la conducta, la vestimenta y las oportunidades de éstas- ha creado un entorno peligroso en el que las estudiantes están sistemáticamente en desventaja», provocando que muchas abandonen sus estudios, ha recalcado la organización.
Ante esta situación, el informe ha instado a la comunidad internacional a tomar medidas e imponer sanciones que sirvan de presión para que los talibanes rindan cuentas «por el trato que infligen a las mujeres y las niñas sin perjudicar a la población afgana».
«Si la comunidad internacional no actúa, estará abandonando a las mujeres y las niñas de Afganistán y perjudicando los derechos humanos en todo el mundo», ha sentenciado Callamard.
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