¿Cómo influye la planeación educativa en la calidad escolar?

Publicado: 22 agosto 2022 a las 8:00 pm

Categorías: Artículos

La planeación educativa es la mejor herramienta pedagógica para diseñar y ejecutar los objetivos y metas de una institución escolar. Conoce aquí el paso a paso para su correcto desarrollo.


Conoce en qué consiste una buena planeación educativa, cuáles son los pasos que no pueden faltar en su diseño y cómo ayuda para transformar los logros de tu institución en un activo para proyectar su calidad escolar.

 

«Planificar es traer el futuro al presente, para que puedas hacer algo al respecto ahora mismo».
Alan Lakein

¿Qué es la planeación educativa y por qué es tan importante?

Planificar es diseñar un plan para desarrollar o resolver una actividad, cualquiera que esta sea. En este sentido, la planificación educativa es el pilar que sostiene todos los objetivos propuestos por una institución escolar.

Así cómo los modelos pedagógicos y programas de aprendizaje evolucionan con el tiempo, también debe hacerlo la planeación educativa, de lo contrario, se corre el riesgo de que no se alcancen las metas planteadas y, en el peor de los casos, que ni siquiera se alcancen los resultados esperados.

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Una buena planeación escolar debe especificar cuáles son los objetivos que persigue la institución escolar, así como los resultados esperados en un periodo de escuela. Se dice que este es un documento de carácter dinámico y complejo porque permite que se hagan modificaciones durante su aplicación, con miras a cambiar de estrategias o mejorar las que ya están en marcha.

En este sentido, una planificación educativa requiere de tiempo de preparación, además de contar con un equipo conformado por directivos, pedagogos y docentes capaces de trabajar en conjunto, de forma orgánica y colaborativa para alcanzar la meta al final del periodo.

Entonces, ¿por qué la planificación educativa es la base de los objetivos?

Aunque la respuesta parece evidente, es frecuente que durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, a medida que avanza el periodo escolar, los docentes pierdan de vista los objetivos principales de la planificación inicial.

Esto no ocurre por dilación o negligencia de los profesores. En la mayoría de los casos se debe a factores externos, situaciones “contingentes” que por muchas razones les impiden darle seguimiento puntual a la planificación.

Pasos generales de la planeación educativa

Antes de comenzar a diseñar los elementos de cualquier planeación educativa, es necesario tomar en cuenta sus repercusiones, no solo en los alumnos, sino en toda la comunidad escolar. Desde la visión técnica, debe estar sustentada en la realidad social, considerando muchos factores como la deserción escolar, perfiles socioeconómicos, estadísticas de aprovechamiento, así como las condiciones y recursos con los que cuenta la institución.

Aunque los ministerios de educación y las propias instituciones escolares establecen protocolos para la planeación escolar, en la realidad que vive cada escuela es frecuente que los responsables diseñen sus propios parámetros según sus necesidades particulares y en la mayoría de los casos se sigue un patrón general:

  • Diagnóstico

    icono-evolucionA partir del resultado de los periodos anteriores, se obtiene una “radiografía” puntual tipo FODA, es decir, en donde se puedan observar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que surgieron durante el proceso, con el objetivo de tener presentes estos aspectos para la siguiente planeación escolar.

  • Análisis colectivo
    icono-ideas-pearson-reclutamientoEs uno de los momentos cruciales en donde el equipo responsable de la planeación debe analizar las causas específicas que provocaron los resultados obtenidos. Es lo que suele llamarse “la etapa del por qué”, ya que no se puede avanzar al paso siguiente si no se responde a esta pregunta en todos los casos
  • Evaluación del periodo anterior

    icono-ideas-pearson-tarea-deberUna vez que se tiene claro cuáles fueron las causas particulares de cada situación, se debe evaluar su impacto positivo o negativo y establecer rangos de medición. No basta con señalar que se tuvo un “bajo periodo de aprovechamiento escolar”, sino que se tienen que establecer gráficas y parámetros para observar a cuánto equivale ese “bajo aprovechamiento”.

  • Ruta estratégica

    icono-objetivosTécnicamente, este es el paso que más tiempo puede tomar la planeación escolar, ya que comprende una lista de posibles alternativas encaminadas a corregir, actualizar y mejorar las estrategias vigentes. Vale señalar que algunos docentes suelen llamar a este paso “la ruta de los buenos deseos”, porque en ocasiones las estrategias no se apegan a una realidad concreta.

  • Calendarización

    icono-ideas-pearson-planificacionOrganizar los periodos de ejecución de cada estrategia no siempre es sencillo, ya que implica determinar cuál es el momento para hacerlos realidad. No tomar en cuenta este paso puede ocasionar que la institución cuente con una planeación realmente exitosa en la teoría, pero en la práctica resulte caótica.

    Un ejemplo de mala calendarización ocurre, por ejemplo, cuando queremos aplicar un plan de lectura o un proyecto de ciencias a mitad del periodo de exámenes, cuando los alumnos están enfocados en sus evaluaciones.

  • Distribución de responsabilidades

    icono-ideas-pearson-compartirEste es otro punto crucial, ya que, por increíble que parezca, muchas planeaciones escolares suelen concluir sin que a nadie se le atribuya una responsabilidad específica.

    Al igual que con la calendarización, la ausencia de roles dentro de la planificación puede ocasionar que gradualmente se generen serios conflictos en la ejecución, pues todos tienen claro cuáles son los pasos a seguir, pero nadie sabe cuál es su responsabilidad específica en el programa.

Es un hecho que la planeación educativa es la herramienta de organización estratégica más importante para una institución escolar, ya que nos ofrece la posibilidad de corregir, cambiar o mejorar el proceso de aprendizaje de forma significativa.

Sin embargo, a pesar de su utilidad, no siempre se utiliza adecuadamente y para muchas instituciones se ha convertido en un instrumento más administrativo que estratégico.

La “mala fama” de la planeación educativa

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Durante generaciones la planeación escolar ha cargado con un estigma negativo: en muchos casos se le considera un simple proceso burocrático, que solo sirve para poner en papel una lista de “buenos deseos” que, ya en la ejecución de clases, no se pueden realizar.

Es común que cada fin de curso los directivos y docentes se reúnan para discutir la planeación educativa del siguiente periodo. Desafortunadamente, para muchas instituciones estas reuniones tienen ese carácter protocolario: se utilizan solamente para actualizar documentación y poner en orden el papeleo administrativo.

Sin duda, esta es una de las formas menos efectivas de aprovechar el periodo de planeación escolar, principalmente, porque es el único periodo en el cual los directivos y los docentes pueden reunirse para planear nuevas rutas y estrategias de aprendizaje que realmente se puedan llevar a cabo.

Aunque varios países en Latinoamérica han formalizado las reuniones mensuales para este propósito, las estadísticas demuestran que sus efectos son mínimos, porque es muy complicado hacer cambios significativos a una planeación escolar que ya está en curso.

Hoy más que nunca resulta necesario romper con este paradigma negativo de que la planificación escolar es un simple proceso administrativo y, por el contrario, darle el valor que se merece como un espacio para el diálogo y la construcción de estrategias que realmente ofrezcan resultados en el corto y mediano plazo.

Planeación escolar: el activo más valioso de tu institución escolar

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En su libro Habla menos, actúa más, Brian Tracy se pregunta “¿Cuál es el activo más valioso de cualquier empresa u organización?” De acuerdo con la Escuela de Negocios de Harvard, el activo más importante es la reputación, y ¿cómo podemos hacer que nuestra reputación se convierta en nuestro principal activo? A través de la calidad de nuestro servicio.

En el mundo de la educación nada sucede por accidente: detrás de cada logro escolar hay cientos de horas de planeación para alcanzar nuestros objetivos y cada uno de ellos, por diferente que sea, al final siempre se dirige a la misma meta: ofrecer el mejor servicio educativo a la comunidad.

Como señala Brian Tracy, cada minuto que dediquemos a la planificación nos puede ahorrar hasta 10 minutos de tiempo en la ejecución, lo que en términos proporcionales podría darnos un retorno de rendimiento del 1000 %.

Sin embargo, para aprovechar los beneficios de la planificación, es indispensable eliminar su estigma negativo y trabajar para que recupere el verdadero valor que tiene como uno de los instrumentos pedagógico-estratégicos más importantes para las escuelas, pero, ¿por dónde empezar?

Paradójicamente, para que una planificación educativa tenga éxito, es necesario contar con una “meta-planeación” es decir, por planear cómo planificar. En la literatura organizacional existen cientos de programas que hablan al respecto; solo por mencionar uno de los más famosos, el plan 5C de Chris Gardner, (empresario mundialmente conocido por su historia llevada al cine como “En busca de la felicidad”).

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El C-5 de Gardner se basa, precisamente, en 5 aspectos que aseguran el éxito de cualquier planeación:

  • Claro: cualquiera que esté involucrado en el plan debe poder explicarlo en palabras simples y entender tanto la meta como los objetivos.
  • Conciso: debe decir mucho con muy poco, dejar de lado la retórica y enfocarse en contestar a 4 preguntas:
    • Qué propone esta planificación
    • Para qué se va a planificar
    • Quiénes lo van a realizar
    • Cuándo lo van a realizar
  • Convincente: los involucrados en la planeación deben estar convencidos de que los objetivos y la meta son realizables.
  • Coherente: Estar sustentado en la realidad que vive la institución y toda la comunidad educativa que lo conforma. Convertir cada paso de la planeación en una estrategia alcanzable.
  • Comprometido: esta es quizá la parte más compleja de la “meta-planeación”, pues no importa qué tan viable o exitoso sea su diseño, es fundamental contar con un equipo comprometido con cada uno de los objetivos.

Estos cinco sencillos pero poderosos pasos, pueden marcar la diferencia entre seguir haciendo una planeación administrativa al final del periodo escolar, o realmente construir una ruta de mejora que pueda transformar e impulsar los logros de la institución escolar.

En Pearson tenemos claro que para realizar una planeación educativa exitosa se requiere de recursos y herramientas pedagógicas de calidad, que estén a la altura de las necesidades y los retos que las escuelas enfrentan hoy en día.

Es por eso que nuestro compromiso con las instituciones educativas se concentra en brindar materiales y servicios educativos de calidad mundial. Nuestras herramientas están diseñadas para cubrir las necesidades de todos los niveles académicos. Conoce nuestros servicios de inglés para escuelas

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Referencias

Pérez, P. F. (1986). Hacia un concepto de planificación de la educación. In Anales de pedagogía (No. 4).

Gálvez, J. R. R. (2018). La planeación estratégica y la calidad docente en la Universidad. Revista Torreón Universitario, 7(19), 6-17.

Guerrero Rubín, J. L. (2011). La importancia de la planeación para mejorar la docencia. Eutopía, (16).

Salinas-Pichardo, M. J. (2013). La planeación estratégica en una institución escolar como herramienta de gestión y liderazgo.

Tracy, B. (2016). Habla Menos, actúa más (Vol. 8). Grupo Nelson.

Fuente:

https://blog.pearsonlatam.com/en-el-aula/como-influye-la-planeacion-educativa

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