Chile: Estudios de folclor, cultura popular y patrimonio cultural inmaterial (1909-2003)

Publicado: 3 septiembre 2022 a las 9:00 pm

Categorías: Arte y Cultura

 

Por: Memoria Chilena

 

La valoración contemporánea de las diversas formas culturales tradicionales como expresiones dinámicas, que tienen lugar en el seno de comunidades particulares, ha demandado el desarrollo de investigaciones que van más allá de la labor de registro y análisis documental para dar cuenta de prácticas propias de grupos locales y su significado social.

 

Durante el siglo XIX, bajo el concepto de folclor se estudiaron muchas expresiones artísticas y costumbres consideradas populares en relación con manifestaciones de la alta cultura occidental. Avanzado el siglo XX, nuevos paradigmas y conceptos, como el de «cultura popular» o «cultura tradicional», guiaron la investigación de estas prácticas que, hacia principios del XXI, han sido revaloradas bajo la categoría de «patrimonio cultural inmaterial», categoría reconocida por la UNESCO en el año 2003 con el objeto de comprender este tipo de conocimientos y tradiciones en su vinculación con comunidades locales y su territorio.

En Chile, el folclor se instituyó como disciplina científica en el año 1909 con la fundación de la Sociedad de Folklore Chileno por el lingüista alemán Rodolfo Lenz (1863-1937), agrupación que dio a conocer sus investigaciones a través de plataformas como la Revista de Folklore Chileno. No obstante, los primeros estudios sobre folclor en suelo nacional pueden datarse con anterioridad, por ejemplo, en relatos de costumbres y memorias o en los aportes teóricos de intelectuales como Eduardo de la Barra a fines del siglo XIX (Pereira Salas, Eugenio. «Los estudios folklóricos y el folklore musical en Chile». Revista Musical Chilena, número 1, mayo, 1945).

En la década de 1940, nuevas instituciones lograron congregar a investigadores del folclor y revitalizar su estudio. En 1943, se formó la Asociación Folklórica Chilena en el Museo Histórico Nacional, por iniciativa de Oreste Plath (1907-1996); el mismo año, un grupo de investigadores organizó, como una iniciativa privada, el Instituto de Investigaciones del Folklore Musical que se incorporó en 1944 a la Universidad de Chile. Desde esta institución se gestaron una serie de estudios centrados en lo musical que hicieron énfasis en sus orígenes hispanos y su práctica en la zona central de Chile. Su difusión y enseñanza se realizó a través de instancias como conciertos y Escuelas de Temporada.

Al alero de la Universidad de Chile, pero con planteamientos autónomos respecto de los estudios dominantes en esos años, se desarrolló la labor de Pablo Garrido (1905-1982) y Margot Loyola (1918-2015), quienes, junto a la actividad de investigación y difusión realizada por Violeta Parra (1917-1967), profundizaron en los sustratos popular, indígena y africano de las expresiones folclóricas, haciendo énfasis, además, en la necesidad de relacionarse de una forma más cercana con las comunidades en este proceso.

A partir de la década de 1950, surgieron agrupaciones o conjuntos de personas dedicados a la interpretación artística o escénica del canto, música y danzas folclóricas, actividad también denominada proyección folclórica. Conjuntos como Cuncumén o la Agrupación Folklórica Raquel Barros incentivaron a sus integrantes a realizar estudios en terreno, registrados en medios electrónicos y en cuadernos de investigación.

Muchos de estos conjuntos se agruparon en entidades con el objetivo de organizar sus actividades, como la Confederación de Conjuntos Folklóricos -creada en el contexto de los Festivales de Folklore realizados, el primero, en Talagante en 1969 y, desde 1970 a la fecha, en San Bernardo- o la Asociación Nacional del Folklore de Chile (ANFOLCHI).

En el ámbito académico, y tomando distancia de las tareas de recopilación y de los estudios descriptivos que hacia mediados del siglo XX eran comunes en Chile, los investigadores Raquel Barros (1919-2014) y Manuel Dannemann (1932-) reflexionaron en torno a una concepción sistemática del folclor, creando una metodología de la «ciencia del folclore» con el objetivo de estudiar las «culturas folclóricas» emanadas desde las propias comunidades. En este mismo ámbito, destacó el trabajo de Fidel Sepúlveda (1936-2006), poeta y filólogo cuya teorización del folclor como «arte-vida», más que constituirse en una práctica metodológica, se acercó a un concepto filosófico.

Otros investigadores como Juan Uribe Echevarría (1908-1988)Gabriela Pizarro (1932-1999) o Héctor Pavez (1932-1975) realizaron un trabajo que sobrepasó el estudio de las expresiones folclóricas. Utilizando los conceptos de «cultura popular» (Uribe Echevarría) o de «cultura tradicional» (Pizarro y Pavez), estos estudios profundizaron en la comprensión de estas formas culturales como manifestaciones de una visión de mundo concreta, a partir de la relación cercana con las personas que las practican y su medio. En la actualidad, Patricia Chavarría, a través de un prolongado trabajo de investigación, recopilación y difusión, ha continuado desarrollando el concepto de «cultura tradicional».

En los últimos años, las propias comunidades han cobrado protagonismo en la valoración de sus manifestaciones culturales, resaltando su dimensión territorial y social a través de instancias como talleres, proyectos o concursos sobre historias o experiencias locales que se han materializado en diversos documentos como manuscritos, libros o registros audiovisuales. Ejemplo de ello son las colecciones de cuentos de la Fundación de Comunicaciones del Agro del Ministerio de Agricultura (FUCOA) y Los tesoros de nuestro folklore, que contienen relatos del ámbito campesino y recopilaciones de folclor regional, o los documentos gestionados en la plataforma digital «Contenidos locales» del programa BiblioRedes de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (DIBAM), desde donde se ha incentivado la participación de las personas en la creación de contenidos sobre sus realidades cercanas.


Minisitio desarrollado en colaboración con el Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Biblioteca Nacional de Chile con motivo de la celebración de su aniversario número 25.

 

 

 

Fuente:  http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-348823.html