Por: Dra. Lourdes González y Dra. Eilen Oviedo

En las instituciones de educación superior (IES) existen áreas de vinculación que se encargan de generar lazos estratégicos entre las universidades y los agentes externos a ellas. Acordar convenios, intercambios y colaboraciones es parte de las acciones sustantivas del área de vinculación en beneficio de las IES, de la comunidad de aprendizaje y de las organizaciones con quienes se firman los acuerdos. Esta cooperación supone favorecer tanto a la comunidad de aprendizaje como a las empresas.

Por otro lado, en el área de titulación, una modalidad para obtener el título es por medio de construir un informe de experiencia profesional, referido a la construcción de una disertación escrita en la que un sustentante con experiencia laboral registra un problema potencial, añade un primer momento un diagnóstico y describe las estrategias que utilizó para llegar a la solución del problema.  ´

En el informe, el sustentante al grado también, añade argumentos teóricos y metodológicos suficientes y pertinentes. En este sentido, los miembros del sínodo asignados por la facultad, revisan el informe que entrega el sustentante y, si lo consideran, toman la decisión de aprobar o no, al sustentante. Cabe agregar que, tanto la disertación escrita como la exposición oral con la que se desempeña el sustentante ante los sínodos determinan la aprobación o la desaprobación para que acuerden otorgarle el título.

Así que, hablar de titularse por informe de experiencia profesional posibilita por un lado, a las instituciones de educación superior el recuperar el compromiso de atender a las necesidades del contexto laboral porque el texto articula narrativas que incluyen: equipamiento, instalaciones, además, supone ofrecer propuestas para las rutas educativas, para rediseñar planes de estudio, para estimular programas de investigación, para mejorar la gestión administrativa, para capacitar a docentes e investigadores, entre otros. La titulación es una habilitación que recibe el futuro profesionista y forma parte del capital cultural y de la certificación profesional (Tenti en Sánchez, 2009).

Así también, a los egresados que aspiran a titularse por esta modalidad les posibilita recomendar su trabajo y posicionarse con un título que les confiera mayor posicionamiento en sus empleos. Por otro lado, los informes de experiencia profesional ofrecen a quienes los consultan, regularmente, profesores o estudiantes, visión, pensamiento crítico, propuestas de resolución a problemas reales o la propagación de propuestas novedosas ante necesidades planteadas (Santos 2006).

Sin duda, también el tema de los mejores preparados para la vida laboral, interesa a todas las empresas, en la medida que se espera que el talento humano que colabora en sus corporaciones tiene facilidad para adaptarse por su nivel académico al equipo y a las metas retadoras que se plantean en la misión y la visión de una corporación. Por ello se espera que sea el mejor preparado en conocimientos, destrezas, habilidades, actitudes, valores y comportamientos éticos.

De igual manera, es oportuno destacar que, en 2019, la exigencia de nivel estudios en la normatividad mexicana escaló y por consecuencia el grado mayor de preparación académica que se solicita es el de licenciatura. Fue así que, el 15 mayo de 2019, en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se reformó el artículo tercero, en términos de la fracción X, referido a que se logre la meta de académica de licenciatura, sin que las autoridades federales y locales trasgredan las autonomías de las universidades públicas e implementen políticas públicas para el logro (Secretaría de Gobernación [SEGOB], 2019).

La expectativa no solo es la de alinear las metas de las universidades, sino también ofrecer a la población servicios y productos de calidad y posicionar el talento humano.

Todo esto supone que para el área de vinculación institucional le es importante consultar los informes de experiencia de profesional porque representa una oportunidad importante para negociar la perspectiva de formación y el perfil del postulante que ofrece la escuela y que espera el sector productivo, tomando en cuenta que la meta es los egresados tengan una permanencia exitosa en su vida laboral.

Así que, entregar un trabajo para lograr el grado que tenga mayores contribuciones para varios actores tiene mayor logro. En virtud de lo mencionado, para los profesionales con casos de éxito que todavía no se encuentren titulados promover con ellos, la modalidad de experiencia profesional es una oportunidad.

Cabe agregar que, la titulación del estudiante también dice mucho sobre él mismo, ya que demuestra la disciplina que tendrá el futuro profesionista en la realización de principio a fin de las metas que se le encomienden, asi como el compromiso personal hacia la profesión y las metas que se establece como persona y con el propio futuro. Es oportuno, además, mencionar que, el trabajar con prácticas profesionales para la obtención del título profesional, no solo es deseable, sino también obligatorio para ámbitos como el de la salud (Oliver, Santana, Ferrer, et al. 2015).

Es así, que la proyección que ofrece el informe de experiencia laboral se torna valiosa en varios sentidos, para los sustentantes porque se caracteriza por su originalidad, para un país porque ofrece ejemplos de lo que se valora en las empresas, por ejemplo: experiencias con equipamiento actualizados. También el informe es valioso para actualizar el diseño de los currículos de las Universidades, porque su construcción ofrece una visión más cercana a las necesidades del campo laboral.

En reconocer, los problemas que enfrentan las empresas y las resoluciones que valoran, en tener presente la ruta de formación para orientar el enfrentamiento de los problemas, a la formación de la colaboración y generar otro tipo de sinergias que brinda el postulante con la experiencia profesional en los puestos donde ya tiene metas logradas en torno a la misión y a la visión de la corporación donde presta sus servicios.

En virtud de lo comentado, es prioritario que representantes de las IES y las empresas destinen un tiempo a dialogar y hacer una revisión curricular. Ahora bien, regresando al punto de que se le ofrezca a un egresado con una trayectoria exitosa la opción de titularse por memoria o informe de experiencia profesional. Lo cierto es que existen dificultades para que opten por titularse por esta modalidad.

Teniendo en cuenta que, todo informe de experiencia profesional debe cumplir con condiciones referidas a mostrar articulación entre los apartados, que las preguntas de investigación se resuelvan en los resultados, que cumplan con lo que esperan los académicos en contenidos o en escritura, entre otros.

Mientras que, desde la perspectiva de los sustentantes, las dificultades que reportan para la culminación de un proyecto de tesis, se refieren a la construcción del informe, a la poca práctica con la que cuentan para construirlo, a los docentes que los acompañan dentro de las universidades o las asesorías que les ofrecen, o incluso, a pesar de que el informe de experiencia profesional sea una modalidad registrada en la mayoría de las universidades, no es una modalidad que se les ofrezca (Giménez et al., 208; Perdomo y Morales, 2022).

Por lo comentado, de acuerdo a algunos estudios, es necesario poner en el centro de atención que, por lo regular, cuando se trata de postulantes con mucha experiencia en su ámbito laboral, se abre la oportunidad de que ofrezcan información sobre lo último en equipamiento, en expectativas, en aspectos legales, en tendencias, entre otros asuntos. Por ello, habrá que sentarse analizar desde la academia y con representantes que dan empleo sobre las prácticas profesionales y el equipamiento que se recomienda a las distintas carreras recomendaciones porque les favorece al logro del perfil de candidato que espera, desde el proceso formativo y en consecuencia la evaluación será más ajustada.

Es así que, para el tema es urgente relacionar los informes de experiencia profesional y la vinculación institucional, tomando en cuenta, que esta segunda es responsable de las relaciones de intercambio y de cooperación entre las instituciones de educación superior o los centros e instituciones de investigación y el sector productivo, y puede resultar que se invite a tener también, una codirección de proyectos de titulación con expertos en la industria, con los que se cuente con un convenio institucional para un mejor acompañamiento.

De esta manera, se fortalece la formación de los futuros profesionistas, se beneficia la generación de nuevas propuestas de solución de problemas o incluso generación de procesos de innovación y la actualización continua de los programas educativos. Quizá una pregunta que debería estar sobre la mesa, sería de acuerdo a las áreas disciplinares, ¿Cuál sería el tiempo mínimo establecido para que un profesionista pueda optar por esta modalidad de titulación?

Entonces, apreciado lector/a nos parece que una propuesta acertada es que las Instituciones de Educación (IES) como formadoras e interesadas en facilitar el tránsito de los estudiantes al mercado laboral dieran el primer paso, contactando a sus exalumnos con casos de éxito que carecen de un título e invitarlos a presentar un informe de experiencia profesional y para que pudiesen contribuir alma mater y esto a su vez, tiene relación con avances para el tema de la identidad.

Además, las IES son las instancias que convendría ofrezcan los espacios a los futuros titulados con sólida experiencia en su ámbito profesional para que promuevan y participen en foros virtuales y presenciales para hablar con futuros egresados y titulados, sobre el perfil de colaboradores que se requieren en sus organizaciones, sobre las vacantes que les interesa cubrir en el sector donde colaboran, que ofrezcan información de las carreras más están necesitando.

Todo lo mencionado, a manera de asegurar mayores oportunidades en el mercado laboral y que las promesas de garantizar empleos que ofrece el sistema educativo se asocien a información más segura, a partir de un diálogo, pero sin que esto constituya frenar la formación de otras carreras, simplemente ofrecer la información a los estudiantes, egresados y titulados a modo de que tomen la decisión de dirigir su preparación académica ante el acompañamiento entre la escuela y colaboradores posicionados en determinados sectores productivos para colocar a la matrícula.

Porque al final la escuela debe tener la visión de ofrecer las oportunidades a todos los estudiantes que prepara, generar los lazos y comunicar información de primera mano para mejorar la confianza al cumplimiento de los compromisos que hace al alumnado sobre que la escuela amplia las oportunidades de alcanzar mayor calidad de vida. Es así, que los profesionales de la educación actúan con acompañamiento con egresados y empresas para lograr metas comunes que avanzar en el tema de la titulación, de seguimiento de exalumnos, de los mejores preparados, de ofrecer información a estudiantes y egresados para conseguir salarios dignos.

Esto también representa una oportunidad única para los académicos de abrir nuevas expectativas, porque al acoger información del ámbito laboral de lo más actual con que necesita preparar al talento humano y en equipamiento representa ofrecer a los estudiantes una retroalimentación y acompañamiento, más ajustado. Y este acercamiento con los exalumnos abre un abanico de oportunidades porque posiblemente ellos/as puedan ser el medio para evaluar lo que necesita la IES donde se formaron y posiblemente, gestionar donaciones de equipamiento o de capacitación para mejorar la preparación de la matrícula y de los docentes.

Ante esta iniciativa se abre un abanico de oportunidades en beneficio de la permanencia escolar, del retorno al alma mater, de posicionar la identidad, de la continuidad en las trayectorias educativas, de aumentar el interés del alumnado para prepararse en ciertos campos del saber, de ofrecer las orientaciones y la preparación en torno a los perfiles y competencias que las empresas necesitan para ocupar las vacantes que ofertan, o para generar redes de colaboración entre representantes de las instituciones escolares y directivos de empresas en función de hacer cada vez más pertinentes los programas de formación y ampliar las oportunidades de empleo.

Esto representa oportunidades para refrendar o generar compromisos con las y los estudiantes, egresados y obtener nuevos titulados en pro de la sostenibilidad que paralelamente, es una meta a lograr en la agenda 2030.

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