La crisis de la educación superior
Por Luis Eugenio Todd
La educación superior en México, que incluye a las universidades, los institutos tecnológicos y todo aquello que sobrepasa la preparatoria, está en una crisis de objetivos, porque el mundo ha modificado sus proyectos y se ha adaptado a la velocidad del cambio en que estamos inmersos en la actualidad.
Algunas universidades, entre ellas la UANL y algunas privadas en el país, han logrado adaptar el concepto de educación y trabajo, abriendo carreras de acuerdo a mercados estudiados y poniéndose en contacto con universidades extranjeras, siguiendo así los ciclos históricos de la nueva era de la inteligencia artificial, la cibernética, la informática y el cambio cultural y político que actualmente se está dando en la educación.
Nuestra Universidad es un ejemplo, pero muchas universidades, sobre todo en el sureste, exceptuando Oaxaca, donde el maestro Modesto Seara Vázquez logró introducirse dentro de la cultura zapoteca y mixteca, generando instituciones que tienen trabajo y producen avances, con nuevas ideas; pero la mayoría tienen esa crisis que está ligada a que hay una pérdida enorme de talento cuando un joven abandona la universidad o simplemente no lo utiliza y eso, según estudios recientes, representa el 50% y al no tener trabajo, el conocimiento adquirido se va diluyendo y olvidando.
Esto es un desgaste del proyecto económico, político y social del país, porque no se integran al desarrollo tecnológico y científico de la época, cuando ahí está la solución, como se demostró en países del Oriente que se preocuparon por la ciencia, la tecnología y la innovación, y que han logrado una economía sana y un incremento de su Producto Interno Bruto.
Yo pienso que la UANL puede ser un buen ejemplo, ya que nació en 1933 y puede agrupar a muchas instituciones dentro de los proyectos de la Anuies y mostrar los avances que se han logrado aquí, que son mucho más adelantados que en otras partes del país. Simplemente la historia misma de la Universidad y su generación a través de la idea de Alfonso Reyes y su proyección social y permeabilidad cultural pueden ayudar a otras instituciones, al enseñar cómo se está adaptando, con relaciones internacionales y con cambios curriculares, a la época de la ciencia y la tecnología.
Quiero terminar felicitando a la UANL, que ha sido el germen de mi trabajo social y académico, porque de ella obtuve las ideas que plasmaron algunos cambios y por eso nuestra institución debe estar muy orgullosa de su historia, no solo de los 90 años, sino de los antecedentes del siglo XIX y de la belleza de su Colegio Civil y Aula Magna, y cultura diseminada en todos los estratos; y de la permeabilidad social y cultural, que el actual rector ha sintetizado en muchas ocasiones, mostrando los adelantos en la estructura académica, la proyección social y sobre todo la investigación, porque nuestra institución tiene más de mil investigadores registrados en el SNI.
La UANL, junto con la UNAM, que es muy grande, y con la de Guadalajara, que son instituciones públicas bastante adaptadas, con planificación, que corrigen toda la problemática que tiene la educación básica, que cada vez más va en caída libre, y precisamente ese acervo es el que la Universidad tiene que rectificar y cumplir sus rumbos y objetivos.
Descartes: Pienso, luego existo… 90 años de fecunda labor deben hacernos sentir a todos los universitarios muy orgullosos de tener un alma máter que nos ha inspirado cultura, sensibilidad y proyección social, promoviendo así los cambios adaptados en la historia reciente.
Fuente de la Imagen:
¿Qué es la educación media superior en México? Cosas que debes saber
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