“Yo no tenía para comprarle ni una cartulina a mi hija este año escolar. A mi hija le donaron toda la lista de útiles escolares”, revela Adriana Giraldo.

La situación económica de Adriana se agravó en la pandemia. Al igual que esta madre, muchos se vieron en la necesidad de cambiar a sus hijos de la educación privada al régimen fiscal.

Así lo confirman las cifras oficiales: a escala nacional, 156 mil estudiantes han migrado del sistema privado al público. Mientras que aproximadamente 6.500 abandonaron sus estudios.

La ministra de Educación Monserrate Creamer recalca que el factor económico es la principal causa por lo que no descarta que las cifras sigan incrementando.

“Hay mucha dinámica en el sentido que las familias están tomando decisiones día a día. (…) Están midiendo sus recursos, sus escenarios en el caso de que en la familia alguien consiga o pierda un empleo es determinante para un posible traslado”, indica Creamer.

Los planteles particulares también se ven afectados por esta migración. Adriana Dájer representa a la unidad educativa Paúl Rivet de Guayaquil, donde 100 estudiantes se desvincularon de la institución.

“En los temas económicos hemos tenido que parar todos los proyectos académicos, de arte, olimpiadas de matemáticas”, explica Dájer.

Debido a la demanda de cupos en la educación fiscal, la ministra afirma que tienen listas 500 mil plazas, pues de no mejorar la situación económica del país los traslados al sistema público seguirán en aumento.