Publicado: 14 diciembre 2020 a las 2:00 pm
Categorías: Artículos
En el aula de educación primaria, como en otros niveles, se observa una gran diversidad con respeto al alumnado, en cuanto a su desarrollo, sus necesidades y ritmo de aprendizaje. Para dar respuesta a esta diversidad los docentes deben adaptar su metodología y buscar varios caminos que lleven a todos los estudiantes al aprendizaje deseado. Una forma de alcanzar dicho aprendizaje puede ser mediante el refuerzo, ofreciendo a los alumnos refuerzos positivos o negativos que sirven para aprender conductas deseadas o eliminar erróneas. En UNIR profundizamos en el concepto de aprendizaje por refuerzo, sus características y ventajas más destacables en la enseñanza.
El aprendizaje por refuerzo está relacionado con el condicionamiento operante de Skinner. En su teoría del reforzamiento habla precisamente del refuerzo positivo y el refuerzo negativo que guía este tipo de aprendizaje.
Se entiende por aprendizaje por refuerzo la utilización de medios que permiten que una conducta que se considera adecuada se afiance, mientras que las no deseadas se eliminen o disminuyan.
Para conseguir modificar la conducta del alumnado mediante este tipo de aprendizaje se utilizan dos medios basados en el refuerzo:
Con la utilización en el aula del aprendizaje por refuerzo se consigue una serie de ventajas en cuanto al modelamiento de la conducta del alumnado:
En el aula se encuentra un gran número de alumnado diverso que actúa y se comporta de manera diferente en las distintas situaciones que puedan surgir. Para mejorar estas conductas potenciando las correctas y eliminando las negativas se puede utilizar el aprendizaje por refuerzo.
El profesorado juega un papel muy importante en la utilización del refuerzo. En primer lugar, debe identificar las conductas que desea mantener y las que se quieren eliminar. También dará a conocer a los alumnos las normas del aula para después comenzar a reforzar los comportamientos positivos mediante premios (como puede ser puntos para a partir de ellos lograr un beneficio como la elección de un juego, un material…), elogios o responsabilidades. Para disminuir los comportamientos no deseados mediante el refuerzo negativo se pueden utilizar castigos (como quitar puntos, no jugar con determinado material…).
Para trabajar este tipo de aprendizaje en el aula se puede utilizar la economía de fichas, una técnica presente en el condicionamiento operante. Consiste en definir una serie de conductas deseadas —y si se quiere también las que no— para a medida que sucedan unas u otras y de forma inmediata se entregue al alumno/a correspondiente una ficha o se le quite en función de si es una conducta adecuada. Estas fichas se canjean por premios en un inicio que después serán sustituidos por halagos o comentarios positivos. Con el paso del tiempo y una vez afianzada la conducta deseada se entregan fichas al alumno de forma más espaciada y alterna hasta que el comportamiento está interiorizado.
Esta técnica y los medios para llevarla a la práctica van a permitir que se modifique la conducta del alumnado, permitiendo al profesorado decidir entre utilizar el refuerzo negativo, el positivo o ambos.
Fuente:
https://www.unir.net/educacion/revista/aprendizaje-por-refuerzo/
Deja un comentario